En México anidan 6 de las 7 especies de tortuga marina reconocidas a nivel mundial: carey, lora, golfina, laúd, verde y caguama —excepto la tortuga kikila, endémica de Australia—, pero es también la nación donde mayor número de saqueos de huevos de esta especie se registra.
De acuerdo con el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Alejandro del Mazo, de los 150 campamentos tortugueros que existen en los 600 kilómetros de playas mexicanas a donde arriban esos anfibios, 94 están bajo el cuidado de la Conanp y en ellos se genera 94% de los nacimientos.
El año pasado se liberaron casi 36 millones de tortugas, de las que la especie golfina es la que más recuperación muestra con 1 millón 100 mil anidaciones el año anterior.
Le siguen la tortuga lora con 13,181 anidadas en 2014, contra 11,72 en 2013; la carey con 2,200 nidos respecto de los 2,187 del año previo, y la caguama con 1,873 nidos, 115 más que en 2013.

La laúd, que es la especie de quelonio marino más grande del mundo y una de las más amenazadas, presentó 262 anidaciones contra 179 del año anterior.
La anidación de la tortuga verde, que llega al Golfo de México y el Mar Caribe, es bianual, por lo que la cifra todavía no se ha calculado 100% con respecto de 2013, cuando llegaron a establecer 38 mil nidos.
Las playas que registran el mayor número de arribo de tortugas destacan 2 de Oaxaca: la playa Morro Ayuta, en la cual se ha registrado la llegada de 19,403 en sus 3 arribadas en lo que va del año, y el santuario Playa Escobilla, el número 1 a nivel mundial en cuanto a anidaciones de tortugas, donde este año se ha registrado el arribo de 98,828 quelonios en las 4 temporadas.
Peligro y protección
La principal causa de la disminución de la población de las tortugas marinas ha sido la explotación humana de sus huevos, carne y caparazón para subsistencia y comercio.
Otras amenazas adicionales a su sobrevivencia han sido la captura incidental en las pesquerías de palangre y camarón, la contaminación y la destrucción de su hábitat.
Además de ser utilizadas por comunidades costeras como fuente de alimento e ingresos por la venta de productos, durante los últimos años estos reptiles han adquirido un gran valor económico en varios países como atracción ecoturística.
En México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) suscribió un convenio con la Secretaría de Marina (Semar), por medio del cual se transfieren recursos por 67 millones de pesos para adquirir drones de alta tecnología.

Al respecto, el procurador federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, detalla que con el uso de esos instrumentos se pretende un mayor alcance, cobertura y precisión de las labores de vigilancia que se llevan a cabo en operativos costeros.
Indica que con esos recursos se pueden adquirir drones de última generación, con un alcance mayor al que tienen los 2 drones con los que cuenta la Profepa y que se mueven por todo el país.
La Profepa admite que en la playa de Morro Ayuta se registra la mayor problemática de saqueo de nidos de tortuga marina para autoconsumo y comercio ilegal. “Este operativo es para impedir la extracción del huevo de tortuga, el cual es usado para su comercialización y es recogido antes de los seis días posteriores a la incubación, ya que después no es útil pues comienza la formación del feto de tortuga”, explica Haro Bélchez.
Insuficiente
Pese a las medidas tomadas por el gobierno mexicano, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) otorgó a México por primera vez una certificación negativa por mortandad de tortugas caguama o amarilla.
La certificación se debe a que este año se registró la muerte de 212 tortugas de esta especie en la Bahía de Ulloa, Baja California Sur, debido a la pesca ilegal, según el reporte especial de la Profepa de 2014.
La especie de tortuga caguama o amarilla se considera en peligro de extinción y solo se puede encontrar en esta zona de México.

En marzo pasado el Departamento de Comercio de EU solicitó que se sancionara a México impidiendo la importación de productos marinos por no proteger a las especies endémicas.
La evaluación hacia México comenzó a través de un reporte elaborado para el Congreso de Estados Unidos por el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NFMS, dependencia de la NOAA), al identificar a México como una nación donde se capturan especies protegidas, refiriéndose a la caura incidental de tortugas marinas en el Golfo de Ulloa.
De acuerdo con un estudio realizado por la Conanp y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) “es urgente disminuir la mortalidad por pesca incidental de tortugas caguamas e iniciar acciones hacia el ordenamiento y pesca responsable”.