Se prevé que 2015 será una temporada compleja en cuanto a incendios forestales se refiere, debido a que las abundantes lluvias de 2014 originaron el crecimiento de abundantes pastos, mientras que las heladas de fin de año secaron esa vegetación haciéndola más vulnerable al fuego.
En entrevista con Vértigo el gerente nacional de Protección contra Incendios Forestales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Alfredo Nolasco Morales, menciona que los pronósticos indican que el año del fenómeno meteorológico del Niño evolucionará en el primer cuatrimestre de 2015 abajo del promedio, por lo que será un 2015 moderado en siniestros.
Sin embargo, dice, en el proceso de planeación las brigadas contra incendios se preparan para una temporada compleja debido a factores como las condiciones de lluvia que hubo, el crecimiento de los pastos y las heladas que lo secaron haciéndolo más combustible.
Año del Niño
Nolasco Morales explica que el pronóstico meteorológico señala que hay 55% de probabilidad de presencia de un año del Niño: “Esto quiere decir que el agua superficial del Ecuador se está calentando medio grado arriba del promedio, lo cual genera condiciones particularmente de lluvia y sequía que afectan a América y Asia”.
Indica que este cambio en la temperatura probablemente dé como resultado un año neutro, “cercano al comportamiento del promedio histórico, con lo que podríamos esperar una temporada más o menos afortunada con un número de siete mil incendios forestales, aproximadamente, en quizás unas 580 mil hectáreas quemadas para 2015”.
Sin embargo, indica que esto dependerá de cómo evolucionen los patrones climáticos.
Disminución
El número de incendios forestales fue menor durante 2014 con respecto del año anterior debido a las lluvias y a que se mejoró la capacidad de respuesta y combate.
De acuerdo con datos de la Conafor, en 2014 se registraron cinco mil 250 incendios con afectaciones en 152 mil hectáreas, mientras que entre 2008 y 2013 se registraron ocho mil incendios con 280 mil hectáreas siniestradas.
Nolasco Morales comenta que para 2015 se incrementará de cinco mil a 15 mil el número de brigadistas, además de que se contará con nuevas herramientas gracias a la compra de 25 carros motobombas y 90 unidades para el transporte de brigadas, la construcción de dos centros regionales y la capacitación de expertos a nivel internacional.
“Hemos incrementado el número de brigadistas rurales profesionalizados. Lo que estamos impulsando es una mayor participación de las brigadas rurales en los lugares donde ellos se localizan, de tal manera que podamos aprovechar su experiencia empírica con la coordinación del conocimiento técnico de los profesionales especializados en el manejo del fuego”, puntualiza el experto.
El gerente de la Conafor explica que, en promedio, en la región Centro del país responder a un incendio necesita de cinco a 30 minutos y se requiere de un día para su control, mientras que en otras regiones la respuesta se logra de hora a hora y media.
De ahí la importancia, dice, de la coordinación con los municipios, los estados y la Federación, pues ello permite tener una mayor capacidad de respuesta.
Cooperación internacional
Junto con la capacitación yel entrenamiento de los brigadistas se fortalece también la cooperación internacional. “Tenemos un proyecto de fortalecimiento de cooperación con Estados Unidos, Canadá y Chile. Asimismo, trabajamos con la Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad Ambiental y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo”, añade.
Apunta que se está recibiendo apoyo de Estados Unidos y de Canadá en cuanto “al desarrollo de capacidades, entrenamiento, conocimiento científico. Y, por otro lado, México está transfiriendo conocimiento a los países centroamericanos, que también están en proceso de desarrollo de su política pública”.
Nolasco hace hincapié en el Sistema de Mando de Incidentes, que es un protocolo internacional único avalado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con términos y lenguaje común que sirven para coordinar los esfuerzos y los recursos en un incendio forestal.
Manejo del fuego
Todo lo anterior, comenta Nolasco Morales, “nos ha llevado a una política nacional que va de la supresión total de los incendios hacia el manejo del fuego”.
La supresión total de incendios, explica el gerente de la Conafor, es una política que hoy, bajo el contexto de cambio climático, ya no es suficiente. “Anteriormente lo más importante era apagar todos los incendios que se presentaran bajo el concepto de fuego dañino, pero con el paso del tiempo los ecólogos a nivel mundial han encontrado que el fuego puede tener características benéficas y características dañinas desde la perspectiva social, ambiental o económica”, explica.
En México hay ecosistemas adaptados al fuego, sensibles al fuego e independientes al fuego: “Los ecosistemas adaptados al fuego son aquellos que han evolucionado con la presencia de este, es decir, que requieren la presencia de este factor para poder realizar sus funciones ecológicas”, señala.
Un ejemplo de lo anterior es la reproducción de algunas especies de pinos que requieren ciertas temperaturas para que abran los conos y liberen las semillas. “Sin esa temperatura provocada por el fuego no hay modo de reproducir la especie”.
El concepto de manejo del fuego también incluye el reconocimiento de las personas de que este puede ser benéfico o dañino. Por ejemplo: en el caso de las comunidades rurales que utilizan al fuego como herramienta de preparación de los terrenos forestales, esta es una herramienta benéfica porque es barata, pero para el caso de las poblaciones urbanas que se ven afectadas por el humo o eventualmente ponen en riesgo la infraestructura o su seguridad podría ser fuego dañino.
Por lo anterior, “el concepto del fuego trata de equilibrar y balancear sus beneficios y sus impactos, y bajo esa perspectiva se impulsa esta nueva estrategia a nivel nacional”, finaliza.