La mala coordinación entre las políticas fiscales y económicas de las naciones que integran la zona euro, sugieren estudios, les ha costado el descenso de entre 2 y 5% de la producción económica en los últimos años, por lo que la reforma más urgente para el bloque de la moneda única es conformar una nueva institución con un ministro de Finanzas regional a cargo de esa tarea.
A tal conclusión llega Francois Villeroy de Galhau, miembro del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, quien indica que la zona euro tiene dos años para realizar el cambio, y “el referendo británico sobre su permanencia en la Unión Europea no es excusa para detenerse”.
El ministro regional, dice Villeroy, propondría reformas y políticas que serían aprobadas por mayoría simple entre los ministros de Finanzas de los distintos miembros de la zona euro, lo cual, dice, “podría aliviar la presión de los gobiernos sobre su propia agenda nacional”.
El ministro también estaría a cargo de un fondo de convergencia que podría ser utilizado para financiar infraestructura para refugiados, así como convertirse en precursor de un presupuesto conjunto de la zona euro, “un proyecto más a futuro”, afirma.