La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró en Yucatán una empresa dedicada al manejo, recolección y transporte de residuos petroquímicos, eléctricos y plásticos, por violar la legislación en la materia.
De acuerdo con lo establecido en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, el almacén de residuos de este tipo debe localizarse en áreas abiertas y a un altura mínima de 1.5 metros sobre el nivel al que pueda eventualmente llegar el agua.
Inspectores de la dependencia federal detectaron también otras irregularidades, como la falta de etiquetas en tambos contenedores, así como ausencia de canaletas para dirigir derrames de residuos peligrosos hacia fosas contenedoras de lixiviados.
Tras la clausura total temporal, se le informó a la empresa que tiene un plazo perentorio para cumplir con su obligación ambiental, detalló la Profepa en un comunicado.
Ante ello, resaltó, la compañía no puede realizar actividades de acopio, recepción o almacenamiento de residuos, ya que en las condiciones actuales, representan un inminente riesgo al medio ambiente y a la salud pública.
El establecimiento se encuentra dentro de la zona metropolitana de la ciudad de Mérida, y colinda con zonas de alto índice de población.
De acuerdo con la legislación, residuo peligroso es todo aquel que sea explosivo, corrosivo, reactivo, tóxico o inflamable; o bien infeccioso. También se consideran peligrosos envases, recipientes, embalajes o suelos que hayan sido contaminados por tales sustancias.
La Procuraduría informó que dará seguimiento a las actividades de la empresa, para garantizar el cumplimiento de las obligaciones impuestas tras la inspección y clausura.