Seguirán los apoyos para el desarrollo en Michoacán

Los golpes asestados al crimen organizado en el último año por Alfredo Castillo como comisionado especial confirman los logros y avances para restablecer el Estado de Derecho y la vigencia de la ley.

Alfredo Castillo entrega un Michoacán con rostro diferente
Foto: NTX
Ángel Hernández
Política
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La situación en Michoacán, un año después de que el presidente Enrique Peña Nieto designara a Alfredo Castillo como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en esa entidad, es muy diferente: se logró restablecer la seguridad en gran parte del estado, las actividades económicas afectadas por la delincuencia volvieron a encauzarse y a funcionar con normalidad y se logró la captura de 32 jefes criminales.

El daño ocasionado por varios grupos delictivos en territorio michoacano, sobre todo por los llamados Caballeros Templarios, que se manifestaba con asesinatos, extorsiones, violencia y un clima general de inseguridad, requería de una estrategia que hiciera frente a la criminalidad de manera efectiva.

Los golpes asestados al crimen organizado y a la actividad delincuencial en general a lo largo de estos últimos 12 meses, de acuerdo con analistas, confirman los logros y avances para restablecer el Estado de Derecho y la vigencia de la ley en Michoacán, después de la grave crisis que afectó a la vida de los michoacanos, sobre todo en la llamada zona de Tierra Caliente.

El balance de las actividades desplegadas y de las decisiones tomadas por Alfredo Castillo en la entidad, a decir de expertos, es positivo, ya que se logró restituir las condiciones de seguridad en varios puntos rojos de alta conflictividad, sumó esfuerzos con las llamadas autodefensas que previamente se organizaron para enfrentar a los grupos criminales, y cortó las actividades y el financiamiento económico de estos, lo que debilitó su actuación y ganancias.

Y si bien todavía quedan temas pendientes en el estado y persisten diferencias, para los analistas es claro que hay que seguir con la ruta y los objetivos trazados por el comisionado para obtener resultados efectivos en el corto y mediano plazos.

Nueva etapa

El jueves 22 de enero el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció la conclusión de las funciones de Alfredo Castillo como comisionado, decisión que tomó el presidente de la República para no entorpecer el proceso electoral estatal ya iniciado en Michoacán.

En su lugar fue nombrado el general Pedro Felipe Gurrola Ramírez, quien fue designado como mando especial de seguridad para la entidad.

El titular de la seguridad interior del país dijo que el general Gurrola será el responsable de coordinar con las autoridades estatales y municipales el trabajo de los más de seis mil elementos de las fuerzas federales que se encuentran presentes en Michoacán.

Osorio Chong afirmó que a la par de esta designación, en Michoacán seguirán “los esfuerzos en materia de desarrollo integral a través de programas sociales y políticas públicas”.

Resaltó el trabajo de Alfredo Castillo como comisionado especial al asegurar que “hoy podemos decir que la situación que se vive en Michoacán es diferente”, lo que no quiere decir que todo está resuelto, y recalcó que en este tiempo se ha desplegado un esfuerzo sin precedente para recuperar la seguridad.

Golpes contundentes

Al hacer un balance de su desempeño, Alfredo Castillo afirmó que durante su gestión se logró desarticular al cártel de los Caballeros Templarios que por años mantuvo sometidos a las autoridades y ciudadanos en Michoacán.

Destacó que la estructura criminal de esa organización está prácticamente desarticulada y la gran mayoría de sus jefes ha sido abatida o capturada, además de que se logró la aprehensión de 32 jefes de plaza y de 225 servidores públicos acusados de formar parte de la red de protección y complicidad con ese grupo criminal.

Castillo hizo ver que a partir de la intervención del gobierno federal en Michoacán Servando Gómez La Tuta, actual líder de los Templarios, pasó de ser una figura mediática a un delincuente fugitivo.

“Existe, pero ya no da la cara; existe, pero ya no ordena ni incide en la vida pública. Hoy, como cualquier otro criminal perseguido por la autoridad, vive solo para esconderse”, remarcó.

El ex comisionado hizo énfasis en que como nunca antes en la historia se atacaron las fuentes de financiamiento de los Templarios, y refirió el aseguramiento de más de un millón de toneladas de minerales y más de 50 mil toneladas de madera que serían traficadas por los delincuentes.

Alfredo Castillo destacó que las bases están puestas para que las condiciones de este gobierno y el que viene sean mejores, y recordó que antes de su llegada el control territorial por parte de las instituciones era prácticamente nulo ya que estas se encontraban a merced de las organizaciones delictivas.

“Así era Michoacán, esa era su realidad, pésele a quien le pese, aunque algunas voces hoy y antes pregonen lo contrario”, aseveró.

Prioridades

El nuevo mando federal para la seguridad en Michoacán, general Felipe Gurrola, afirmó que una de las tareas principales será la captura de Servando Gómez La Tuta, así como garantizar la seguridad para el desarrollo con tranquilidad de las elecciones del 7 de junio próximo en el estado.

Por su parte el gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero, formalizó la instalación del nuevo grupo que tendrá como una de sus prioridades continuar con el desmantelamiento de los Caballeros Templarios.

El nuevo grupo, explicó, será el responsable de todas las acciones y operativos en materia de seguridad en la entidad.

Perfil

El nuevo mando de seguridad para Michoacán es el general Pedro Felipe Gurrola Ramírez, quien cuenta con 44 años de carrera en el ejército. Se ha desempeñado como comandante de Brigadas de las Fuerzas Especiales.

Ha realizado estudios en el Ejército de Estados Unidos y en noviembre de 2014 ascendió al grado de general de división luego de 11 años como general de brigada. En 1992 se desempeñó como subjefe del Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXI y en 1993 fue jefe del Segundo Batallón de Operaciones Especiales de la Segunda Brigada de Policía Militar.

Fue comandante de las Fuerzas Especiales del ejército, ha fungido como comandante de la VIII zona militar con sede en Reynosa, Tamaulipas; comandante de la XII región militar con sede en Irapuato, Guanajuato y había sido designado hace poco como comandante de la XXI zona militar en Morelia, Michoacán.

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