Desde hace 23 años el Día Mundial de la Libertad de Prensa le viene a recordar a los ciudadanos y gobiernos del orbe, que este es un derecho inalienable a la naturaleza participativa del ser humano para la transformación de sociedades modernas en las que conviven, donde el derecho a expresarse libremente sobre cualquier pensamiento sea la pieza fundamental y elemental para fabricar democracias sólidas, futuristas y participativas, cuyo eje central sea el libre albedrío de las ideas.
Para expertos, directivos y presidentes de organismos tutelares del derecho a la libertad de expresión en México y el extranjero, el 3 de mayo es una fecha para fomentar y desarrollar iniciativas en favor de la libertad a comunicarse y para evaluar el estado que guarda la libertad de expresión en todo el mundo. Esta efeméride, dicen, brinda la oportunidad de valorar los ataques de Estados antidemocráticos, a la independencia de expresarse libremente a sus respectivos pueblos.
Coinciden en que la libertad de expresión debe augurar transformaciones en las sociedades que apenas podían imaginarse, años atrás, sometidas por el autoritarismo gubernamental. Esta libertad, añaden, debe favorecer la aparición de novedosas formas para comunicarse y para compartir informaciones y conocimientos. A su vez, determinan, debe ampliar las nociones colectivas de participación, identidad y de sentido de pertenencia a países verdaderamente democráticos.
Contexto mundial
Desafortunadamente, no todo son buenas noticias sobre la libertad de expresión en el orbe. Al difundir su informe anual sobre la calidad de este precepto en 199 países, la organización defensora de la libertad de prensa Freedom House —fundada en 1941—, con sede en Washington, hace un balance de la actual situación de este derecho universal.
De acuerdo a esta organización independiente, la libertad de prensa continúa retrocediendo en el mundo y en 2015 registró su mínimo en 12 años, “coartada por la guerra, el terrorismo, los gobiernos autoritarios, el crimen organizado, el populismo y el partidismo”.
Esta son las “malas noticias” que revela el informe sobre el estado global de la libertad de expresión: un derecho del que solo goza 13% de la población mundial. “Este año vemos patrones únicos que son particularmente preocupantes. En ciertos lugares del mundo, sin exagerar, el periodismo está en peligro, y en algunos está casi a punto de la extinción”, afirma Vanessa Tucker, vicepresidenta de Análisis de Freedom House.
Indica que “solo una de cada siete personas del mundo vive en países con libertad de prensa. Donde la cobertura de las noticias políticas es sólida se garantiza la seguridad de los periodistas, la intromisión del Estado en los medios es mínima, y la prensa no está sometida a onerosas presiones legales o económicas”.
Una de las tendencias más preocupantes de 2015 fue la aprobación de leyes de seguridad y vigilancia en Europa a raíz de atentados terroristas, que “amenazan la libertad de prensa”, en palabras de Tucker.
Y expone la vicepresidenta del organismo: “No solo vemos restricciones a la libertad de prensa en los ambientes autoritarios. En otros países también existe, y aunque sea con un grado diferente de severidad no quiere decir que no nos preocupe”.
Freedom House determina que el atentado terrorista contra la sede parisina del semanario satírico Charlie Hebdo, en enero de 2015, despertó manifestaciones en todo el mundo a favor de la libertad de expresión. “Pero a medida que siguió el año, las libertades para los medios en algunas de las democracias más fuertes enfrentaron la presión de gobiernos preocupados por la seguridad y políticos populistas”, sostiene el informe.
Otro de los factores que destaca el análisis es el riesgo personal que entraña para los periodistas trabajar en algunos lugares del continente americano, sobre todo en Brasil y en Centroamérica.
Una de las amenazas que denuncia el informe es el creciente partidismo, incluso en países con prensa libre como Estados Unidos. En este sentido destaca la “vulgar y divisiva campaña electoral y las críticas del aspirante republicano a la Presidencia Donald Trump a periodistas y medios, así como su recurso a comentarios ofensivos en las redes sociales para desviar la cobertura mediática tradicional”.
El informe evalúa el grado de libertad de prensa en 199 países y territorios, a los que otorga una puntuación entre el 0 (máxima libertad) y el 100 (mínima), lo que sirve de base para determinar si tienen prensa “libre”, “parcialmente libre” o “no libre”. Entre los países que registraron un mayor retroceso en 2015 se encuentran: Bangladesh (7 puntos menos), Turquía (6), Gambia (6), Burundi (6), Yemen (5), Francia (5), Serbia (5), Egipto (4), Túnez (4) y Hungría (3).
Democracias sólidas
El martes 3 de mayo, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), José Luis Saca, expuso que la libertad de expresión es la principal defensa de los valores esenciales para la democracia y desarrollo de los países. “Hoy 3 de mayo, con el auspicio de las Naciones Unidas y la Unesco, celebramos un nuevo Día Mundial de la Libertad de Expresión y de Prensa. La libertad de expresión y del pensamiento es base esencial para el entendimiento de los pueblos, la convivencia pacífica y la democracia”, dijo.
Determinó que “la existencia de esta libre expresión, funcionando como un medio para la libertad de expresión y de prensa, garantiza el intercambio de ideas, permitiendo que los ciudadanos estén plenamente informados y puedan formular sus propias opiniones”.
En los países de profunda tradición democrática, añade Saca, “donde los medios pueden ejercer su labor con libertad, la preocupación es asegurar que dichos medios permanezcan en esta condición, contribuyendo así a un mejor desarrollo de las naciones, mientras que en los países donde se limita la libertad de expresión se restringe el desarrollo”.
Y asume: “La ausencia de libertad de expresión disminuye la libertad del ciudadano y esto solamente es percibido cuando aquella ya no existe. Por tanto, es imprescindible luchar de modo permanente por su plena vigencia”.
Para el columnista Carlos Ramírez la libertad de expresión “es una de las expresiones más importantes de la democracia. Sirve para recordar en dónde sí y en dónde no hay libertad de prensa. Es importante que exista, pero se dimensiona más su posibilidad. No hay ningún país autoritario que decida la libertad de prensa solo por celebrar el día. Eso sí, nos ayuda a recordar que la libertad de prensa es esencia de la democracia”, comenta.
Asegura que “ningún gobierno, ni siquiera las democracias más avanzadas, respeta la libertad de prensa porque la libertad de prensa es un contrapeso de los poderes reales y los poderes fácticos. Hemos visto, por ejemplo, cómo la democracia estadunidense se la pasa reduciendo los espacios de la libertad en aras de la seguridad. Francia acaba de decretar lo mismo. Por eso hay que reconocer que la libertad de prensa no pasa por los gobiernos, y sí pasa por encima de los gobiernos y debe ser una libertad conquistada por los periodistas y la sociedad que quiere ponerle diques al absolutismo gubernamental”.
Añade que la libertad de expresión “en términos políticos ayuda a acotar el autoritarismo gubernamental; en términos de mercado contribuye a regular los abusos de los productores. Y en lo general, la libertad de prensa ayuda a equilibrar el ejercicio de los poderes, incluyendo por supuesto la autorregulación de los propios medios para no convertirse en un poder abusivo más”.
Sobre gobiernos que reprimen este derecho inalienable dice: “Se trata de gobiernos populistas autoritarios, metidos en circunstancias pragmáticas de tipo monárquico: los gobernantes se quieren perpetuar en el poder por la vía de la necesidad social. No son enfoques nuevos: Porfirio Díaz se perpetuó en el poder en función de ser el garante de la estabilidad. En Venezuela, Hugo Chávez se reeligió y Nicolás Maduro anda en las mismas. En Argentina el peronismo de los Kirchner buscó una tercera reelección. En México las restricciones a la libertad de prensa vienen lo mismo de la restauración del PRI como del PAN, el PRD y Morena. La prensa es el contrapeso de la política y del poder gubernamental. Todo poder establecido busca restringir la libertad de prensa porque esta concientiza a la sociedad ante los abusos del poder”.
Pierre Manigault, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), menciona al respecto que “este año celebramos junto a la Unesco el Día Mundial de la Libertad de Prensa enarbolando el lema El acceso a la información y a las libertades fundamentales: ¡Es tu derecho!, con la aspiración de crear una cultura de apertura y transparencia que permita a las sociedades ser cada vez más democráticas”.
Lamentablemente, agrega, “no en todos los países de la región se camina al mismo ritmo y persisten cortapisas a la solicitud de acceso a la información y prácticas demagógicas de los organismos públicos. En países como Venezuela, Argentina, Bolivia y Costa Rica no existen leyes de acceso a la información, aunque en algunos de ellos se analizan iniciativas de ley”.
Determina que junto al problema de la violencia, “el acceso a la información es el asunto que mayor debate atrae. En Ecuador el gobierno bloquea el acceso a la información, cuya Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública de 2004 quedó sin efecto con la aprobación de la ley mordaza en 2013. Una situación similar ocurre en Nicaragua, donde el gobierno ignora la Ley de Acceso vigente desde 2008, mantiene a raya y presiona a los periodistas y medios”, comenta Pierre Manigault.
Y asevera: “Reiteramos como un desafío importante el que las iniciativas de ley de acceso a la información pública contemplen también sanciones a funcionarios que se nieguen a entregar información. Se debe garantizar que estos estatutos estén enmarcados en los principios de apertura y transparencia, que los procesos de entrega de información sean procesos expeditos en toda Latinoamérica”.
Laura Chinchilla, jefa de la Misión de Visitantes Extranjeros en México de la Organización de Estados Americanos (OEA), critica que el modelo de comunicación política actual en México no propicia un debate de calidad, y genera fricciones entre los actores de los procesos electorales y no genera verdadera libertad de expresión.
Chinchilla reprocha la prohibición de la compra de espacios en radio y televisión, así como el excesivo número de spots que solo propician fastidio entre la ciudadanía. “La misión considera que la transmisión de una inmensa cantidad de spots publicitarios de 30 segundos no necesariamente se traduce en un voto más informado o en una ciudadanía más interesada en el proceso electoral, sino que más bien tiende a alimentar el cansancio y desafección hacia el proceso político”, comenta.
Juan Pablo Castañón, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), exige por su parte “libertad” para los mexicanos, para lo cual demanda modificar la ley electoral que limita la participación en este proceso político de 2016. Pide que se les devuelva el derecho de expresarse en las actividades políticas, luego de que en el 2007 se acotó al “empresariado mexicano”.
“Libertad para todos los mexicanos, sin importar su condición social, económica o política. Por eso, es necesario poder volver a participar libremente en los procesos de nuestra democracia. Requerimos que se revise la ley electoral para regresarnos la libertad de expresión a todos los mexicanos por igual”, destaca.
Los empresarios, reconoce Castañón, “buscamos recuperar la denuncia ciudadana hacia los políticos y sus actos, así como transparencia y rendición de cuentas. De modo que urgen modificaciones encaminadas a la libertad de expresión, la participación ciudadana y el fortalecimiento de las instituciones”.
Principios fundamentales
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, planteó que la defensa de la libertad de expresión es un reto de la democracia. Expresó también que los derechos humanos y el desarrollo sostenible dependen de la libre circulación de la información. “El derecho a la información depende de la libertad de prensa. Todos los años celebramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa para poner de relieve esos principios fundamentales: proteger la independencia de los medios de comunicación y honrar a los trabajadores de los medios de comunicación que arriesgan e incluso pierden la vida en el ejercicio de su profesión”, señaló.
Este año, subrayó, el Día Mundial de la Libertad de Prensa coincide con tres hitos importantes: Se cumple el CCL aniversario de la primera ley sobre libertad de información que se aplicó en el actual territorio de Suecia y Finlandia, y el XXV aniversario de la aprobación de la Declaración de Windhoek, relativa a los principios de la libertad de prensa y, además, 2016 es el primer año de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La libertad de prensa y la libre circulación de la información, agrega, son necesarias no solo para informar a los ciudadanos sobre los objetivos, sino también para permitirles que exijan a sus dirigentes que se hagan responsables del cumplimiento de sus promesas. “Los medios de comunicación, incluidos cada vez más los nuevos medios en línea, son como nuestros ojos y nuestros oídos. Todos nos beneficiamos de la información que brindan”, indicó.
En este día, refirió, “insto a todos los gobiernos, los políticos, las empresas y los ciudadanos a que se comprometan a impulsar y proteger la libertad y la independencia de los medios de comunicación. Sin este derecho fundamental, las personas son menos libres y están menos empoderadas. Con él podemos trabajar juntos para lograr un mundo con dignidad y oportunidades para todos”.
Irina Bokova, directora general de la Unesco, asegura que el acceso a la información es una libertad fundamental y forma parte del derecho humano a la libertad de expresión. “Recibir y difundir información, en línea y fuera de línea, constituye la piedra angular de la democracia, el buen gobierno y el Estado de Derecho”, afirma.
En este periodo de turbulencias y cambios en todo el mundo, detalla, incluidos los nuevos retos que suponen una cooperación y acción mundiales, “la necesidad de una información de calidad nunca ha sido tan importante, y esto requiere un sólido entorno en cuanto a la libertad de prensa y sistemas que funcionen bien para asegurar el ejercicio por las personas de su derecho a saber”.
Hace 250 años, recordó, se promulgó la primera legislación oficial relativa al derecho a la información en los territorios que hoy son Suecia y Finlandia. En aquella época fue un avance histórico y hoy sigue siendo una fuente de inspiración, ya que los gobiernos aprueban cada vez más leyes que propician el acceso público a la información.
Añadió que hace 25 años en Namibia, recientemente independizada, se aprobó la histórica Declaración de Windhoek relativa a la libertad de prensa, que allanó el terreno para la proclamación por las Naciones Unidas del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Al conmemorar esos aniversarios, dijo, “este año el Día Mundial de la Libertad de Prensa recalca la importancia de un periodismo libre e independiente para avanzar en la ejecución de la Agenda 2030. Ello incluye la seguridad de los periodistas, en una época en que, trágicamente, un profesional de los medios de comunicación es asesinado cada cinco días”. Esta situación, aseguró, “no puede perdurar y la Unesco, basándose en el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, está trabajando con gobiernos de todo el mundo a fin de crear un entorno libre y seguro para los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación de todos los países”.
Nuria Sanz, representante de la Unesco en México, remarcó que el organismo al que pertenece, “coordina el plan de acción de la ONU sobre la seguridad de periodistas, sobre el ejercicio de la libertad de expresión y la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen”.
Sanz resaltó que “la verdadera manera de ejercer el derecho a una democracia participativa y pluralista es que la diversidad cultural se vea reflejada en los medios, que se tenga una calidad del acceso a la información, de la producción de la información, lo cual es necesario para el establecimiento y para la consecución de un Estado de Derecho y de gobierno”.
Nuria Sanz puntualizó que al paso del tiempo los términos han ido cambiando. “Antes se hablaba de libertad de la información, y hoy es libertad de expresión. La labor de la Unesco en los últimos 25 años ha sido contribuir a generar sociedades más justas, más participativas, para lo cual son necesarias las condiciones de libertad de expresión y acceso a la información para una consecución del derecho internacional público”.
La representante de la Unesco en nuestro país recalcó que el periodismo no es solamente una actitud vigilante sobre las instituciones políticas y sociales, sino una forma de empoderar a la sociedad. Para desarrollar una cultura de la apertura esto es fundamental.
Contrapesos
Regina Santiago Núñez, presidenta del Observatorio y Monitoreo Ciudadano de Medios, considera que la defensa de la libertad de expresión debe pasar por una conciencia plena de una prensa libre, lo cual nos da la posibilidad de avanzar como sociedad. “Es muy importante considerar que si no tenemos un periodismo de investigación que contribuya a generar contrapesos frente a los poderes económico y político se pierde todo el sentido de una vida democrática”, manifestó.
El periodismo, añadió, tiene la posibilidad de generar información para que haya toma de decisiones acertadas de los ciudadanos a nivel político a la hora de las elecciones, “pero también tiene que haber una modificación en los esquemas de comunicación política: No podemos seguir un esquema de spotización porque eso no contribuye a la libertad de expresión en ningún sentido”.
Al referirse a la prohibición de que un candidato a un puesto de elección popular no pueda pagar por promover sus ideas en los medios de comunicación, como sucede en otros países, y sí en cambio mantengamos un ente, el Instituto Nacional Electoral, “que le resulta muy costoso a los ciudadanos”.
Al respecto manifestó: “Los legisladores no han analizado a profundidad la situación que viven actualmente los medios y la comunicación política. Prohibieron por ejemplo los ataques a través de spots y lo que armaron los estrategas de las campañas son mecanismos para burlar esas prohibiciones. Sacan el spot, porque está prohibido censurarlo previamente, y luego las autoridades electorales lo retiran, y lo que ocurre es que los partidos simple y sencillamente los colocan en sus espacios de internet, pero con el ruido que generan previamente en los medios tradicionales simplemente burlan la ley”.
En este sentido Regina Santiago propone la creación de “esquemas novedosos para promover otro tipo de comunicación política, que no sea por medio de spots patrocinados y pagados por los propios ciudadanos, con el dinero de los propios ciudadanos, sino apostarle a la educación del ciudadano y a que podamos tener un financiamiento de los partidos más claro, más transparente, pero que no venga únicamente del gasto público”.
Así, en el marco del Día Mundial de la Liberta de Prensa, el derecho a buscar, recibir y compartir información e ideas sin miedo ni injerencias ilegítimas, es esencial para la educación, el desarrollo como personas, una justicia equitativa y disfrutar de todos los derechos humanos en las sociedades. Sin duda, defender la libertad de expresión es el gran reto de la democracia hoy.