Aplicar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas saborizadas “no resuelve la obesidad, castiga a las familias más pobres e incrementa el desempleo”, afirmó la cadena productiva de la caña de azúcar.
En un comunicado conjunto, la Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholeras, la Industria Refresquera Mexicana y la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar, entre otros organismos, expusieron que un impuesto como el propuesto en la iniciativa de la Ley de Ingresos para 2014 no soluciona el problema de la obesidad.
Este impuesto, abundaron, frena el crecimiento económico del país, ya que afecta la cadena productiva de caña de azúcar, fruticultores, azúcar, proveedores, bebidas saborizadas, trabajadores y tienditas.
Asimismo, genera desempleo e inflación, provocaría entre 15 y 20 por ciento de incremento en el precio al público de las bebidas saborizadas, por lo que, opinaron, “es un impuesto que va a pagar el consumidor”, y en el caso de refrescos, de prosperar, 35 por ciento del precio al público serían impuestos porque el refresco ya paga 16 por ciento de IVA.