Las instituciones de educación superior enfrentan retos como evitar la desigualdad y la violencia, ampliar su matrícula sin descuidar el egreso de estudiantes, y que estos se vinculen mejor con el mercado de trabajo, revelan informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, presentados en la UNAM.
José Ángel Gurría, secretario General de la OCDE, apuntó que 82% de los mexicanos entre 25 y 64 años no cuenta con estudios de educación superior, “tendencia que es necesario revertir, pues el promedio de las naciones miembro de la OCDE es de 63 por ciento”.
Eduardo Vega López, director de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, indicó que “los informes plantean asuntos relevantes como cuántos jóvenes mexicanos tienen y tendrán, en los años venideros, acceso a educación de calidad y con equidad. Tema crucial que nos debe preocupar”.
Son asuntos que si bien se refieren de forma explícita a la educación y sus desafíos específicos, nos competen y comprometen para hacer un análisis de las mejores oportunidades de formación profesional, subrayó.
Para identificar los conocimientos y competencias ofrecidos por el sistema de educación superior mexicano y su impacto en el mercado laboral, en 2018 un equipo de la OCDE elaboró, con base en datos de instituciones de las ciudades de México, Monterrey y Tuxtla Gutiérrez, los informes “El futuro de la Educación Superior en México: Promoviendo la Calidad y la Equidad”, y “La educación Superior en México: Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral”.
En los documentos se proyecta cuántos de los jóvenes que egresen de educación superior encontrarán empleos relacionados con sus formaciones técnicas o profesionales, qué remuneraciones obtendrán al salir de una u otra universidad, una u otra área, o por su edad, y la diferencia de percepción si son hombres o mujeres, dijo Vega López.
Asimismo, cómo enfrentar problemas persistentes de la informalidad laboral o la sobrecalificación profesional ante las oscilaciones de la dinámica económica y los mercados de trabajo.
Gurría indicó que en el ciclo escolar 2017-2018 hubo más de 4.5 millones de estudiantes inscritos en las instituciones de educación superior (IES), 2.4 millones más que en el año 2000.
Explicó que las universidades públicas estatales (donde se instruye más de una cuarta parte del total de estudiantes) tienen hoy más del 80 por ciento de sus alumnos de licenciatura matriculados en programas cuya calidad ha sido reconocida externamente.
Respecto a la equidad, expuso que el sistema mexicano debe mejorar, pues si bien entre 2007 y 2017 el porcentaje de jóvenes de 25 a 34 años con educación superior aumentó de 16 a 23 por ciento, esta proporción está muy por debajo de las naciones pertenecientes a la OCDE, que es de 44 por ciento, incluso por debajo de Colombia y Chile, con 30 por ciento.