Un atacante suicida mató a por lo menos 67 personas y dejó casi un centenar de heridos al inmolarse cerca de una reunión de abogados paquistaníes en un hospital público de la ciudad de Quetta, en el suroeste de Pakistán.
La organización extremista Jamaat-ul-Ahrar, una facción del Talibán, se responsabilizó del atentado y también del asesinato del conocido abogado Bilal Kasi, quien falleció por disparos de un pistolero cuando se dirigía a su oficina este lunes, y los abogados acudieron después al hospital para mostrar su dolor. Kasi era uno de los abogados más críticos en la provincia y era popular por buscar siempre mejoras para la comunidad de abogados de la comunidad.
El agresor se inmoló poco después de la llegada del cuerpo de Kasi al centro hospitalario, lo que según las autoridades indicaba que al parecer los dos incidentes estaban relacionados.
Abdul Rehman, director del Hospital Civil, afirmó que murieron 67 personas, y la mayoría eran abogados. Además estaban atendiendo a 92 heridos. También perecieron dos periodistas que trabajaban para medios paquistaníes.
Uno de los sobrevivientes describió una escena horrible, con “cuerpos por todas partes” tras la explosión. Waliur Rehman llevaba a su padre enfermo a la zona de urgencias cuando la bomba hizo temblar el edificio. La explosión fue tan potente que los dos cayeron al suelo, agregó.
Cuando alzó la vista vio cadáveres y a los heridos llorando para pedir ayuda, recordó Rehman, que estaba a unos 200 metros de donde se inmoló el suicida.
Sanaullah Zehri, máximo responsable político en la provincia de Baluchistan, declaró que tanto el ataque suicida como la muerte de Kasi parecían formar parte de un complot para perturbar la paz en la ciudad.
Por su parte, Sarfraz Bugti, ministro del Interior de la región, calificó el ataque como un “acto de terrorismo”.
En tanto, el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, condenó con contundencia la explosión de Quetta y expresó su “profundo pesar y angustia por la pérdida de valiosas vidas humanas” en el ataque, donde murieron también otros reconocidos abogados.
“Nadie debería poder alterar la paz en la provincial, que se restauró gracias a los incontables sacrificios de las fuerzas de seguridad, la policía y el pueblo de Baluchistan”, manifestó en un comunicado. Sharif pidió a las autoridades locales que mantengan una vigilancia extrema y refuercen la seguridad en Quetta.