España va por récord histórico en turismo

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT) este año España cerrará con un incremento de 5% en el flujo de turistas respecto del observado en 2013.

Mezquita de Córdoba
Foto: Creative Commons/joan ggk
Redacción
Política
Compartir

Por: Claudia Luna Palencia

Ni el ébola ni los yihadistas ni las malas noticias económicas que todos los días surgen en el mundo son impedimento para constreñir los flujos de turismo internacional: la aldea global desdibujada por Marshall McLuhan se moviliza influida por esa especie de “burbuja” que, en apariencia, ha creado como espejismo la actual era digital, y de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT) este año cerrará con un incremento de 5% en el flujo de turistas respecto del observado en 2013.
El organismo anticipa en el Barómetro del turismo mundial que más de mil 100 millones de viajeros internacionales se desplazan por diferentes latitudes del globo terráqueo, una cantidad de personas que para 2030 ascenderá a casi dos mil millones de viajeros internacionales.

Si bien es cierto que desde que inició el nuevo siglo y milenio se presentó un cambio en los gustos, modas y tendencias de las personas con disposición a viajar fuera de sus fronteras naturales, a tal punto que China pasó a figurar entre los cinco países de una lista de imprescindibles, también es verdad que sigue habiendo cuatro naciones que “de cajón” permanecen hasta el momento inalterables como destinos turísticos predilectos: Francia, Estados Unidos, España e Italia.

Velocidad

Tres países europeos aparecen en la primera línea. Cada uno es bastante diferente entre sí, pero anualmente duplican el tamaño de su población debido a la “otra población flotante”: la de los visitantes foráneos que demandan agua, luz, servicios, comida, transporte y hospedaje.

Francia y España son dos países que han debido expandir y modernizar su red ferroviaria, apostando cada vez más por la alta velocidad, pues los trenes de alta velocidad son el medio de transporte más seguro, inclusive superando a la aviación.

Precisamente los franceses fueron pioneros en la materia. El Train à Grande Vitesse, el famoso TGV, vertebra una red de mil 200 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad.

La de España es aún más extensa y casi duplica a la francesa: desde 1992, que fue inaugurado el AVE (Alta Velocidad Española) de Madrid a Sevilla, precisamente para la Expo, se han añadido dos mil 230 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad en territorio ibérico y recientemente la alta velocidad traspasó fronteras entre España y Francia.

Todo ello se traduce en facilidades para la movilidad de las personas y en este caso para los visitantes internacionales, quienes buscan aprovechar el tiempo y rentabilizar sus opciones para conocer distintos sitios primando la razón precio-calidad.

El avión entre Madrid y Sevilla ha dejado de ser operativo a tal punto, que el primer medio de transporte entre una y otra ciudad es el AVE que sale de la estación de Atocha.

Renfe Operadora documenta que de 1992 a 2012, en 20 años, el AVE Madrid-Sevilla ha transportado a 53.6 millones de pasajeros y muchos son precisamente turistas que aprovechan la facilidad de llegar desde la capital hasta la ciudad hispalense en dos horas y 35 minutos; además, en el trayecto, el AVE para en Ciudad Real y Córdoba, esta última con una de las maravillas del califato, como es la Mezquita de Córdoba.

No puede pasarse por alto que la Unesco ubica a España como el segundo país del mundo con más declaraciones de Patrimonio de la Humanidad: un total de 42.

Boyante industria sin chimeneas

Lumen de lumine: turismo de caza, de cosecha micológica, disfrute de sol y playa o de rutas medievales, de gastronomía, enología y estrellas, de paradores y castillos… España prácticamente lo rentabiliza todo en materia de ocio, cultura y turismo.

Ni en los peores tiempos de ETA y sus asoladas terroristas perdieron interés turístico la península ibérica ni las islas a su alrededor.

España tiene una personalidad propia que seduce al mundo.

Es verdad, no es Francia, cuna de la cultura universal y de la Liberté, égalité et fraternité, pero tampoco tiene nada que envidiarle.

España se consolida como el tercer sitio entre los países más visitados del mundo y lo hace a pesar de sus problemas económicos, políticos… y hasta de ébola: el país prevé recibir 62 millones de turistas en 2014, lo que implica un nuevo récord histórico.

De hecho las cifras del verano pasado han sido de las mejores en toda la historia reciente de la llamada Madre Patria.

“En el último verano quedaron registradas 31 millones de llegadas entre julio y septiembre, 6.9% más que un año antes y el máximo registro del periodo de los nueve primeros meses con 52.4 millones de turistas, 7.4% de incremento”, dicen las cifras oficiales.

Y todos los días emerge algo nuevo en el renglón de los servicios ligados al turismo. El turismo de caza, por ejemplo, mueve casi 600 millones de euros al año en Castilla-La Mancha: 30% de los recursos cinegéticos del país se concentran en esa comunidad.

La Federación Regional de Caza tiene registrados 21 mil cazadores federados aglutinados en 450 sociedades distribuidas a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha.

De acuerdo con la federación “hay cinco mil 766 cotos privados de caza en una superficie total de siete millones 29 mil 922 hectáreas. De ellos, cuatro mil 180 cotos son de caza menor, con una superficie de cuatro millones diez mil siete hectáreas; el resto, mil 586, con tres millones 19 mil 895 hectáreas, son de caza mayor”.

En 2013 los cazadores registrados para esta forma de hacer turismo y ocio capturaron “40 mil 604 ciervos y 38 mil 621 jabalíes, casi todos en Ciudad Real y Toledo”.

Por supuesto que la caza moviliza dinero y fomenta empleo. Eduardo Fernández de Araoz, presidente de la empresa Cazatur, afirma que el sector cinegético genera más de seis mil 500 puestos de trabajo, siendo turistas de otras partes de Europa y Estados Unidos los asiduos visitantes a los cotos de caza españoles.

En su conjunto todas las actividades que forman parte de la llamada “industria sin chimeneas” aportan 15.2% del Producto Interno Bruto (PIB) español. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo puntualiza que de manera “directa, indirecta e inducida”, en promedio el sector turístico aporta como media anual 160 mil millones de euros a la economía ibérica.

Gastronomía

El Ministerio de Economía defiende que la llamada “Marca España” incentiva 12% del empleo, es decr, dos millones de puestos de trabajo; asimismo, beneficia a la balanza de pagos con un superávit que en 2013 aumentó a 33 mil 256 millones de euros.

Todo es cuestión del buen hacer y también del buen comer. Los españoles elevan a otro nivel el arte del turismo con esa capacidad que tienen para el disfrute. Si un pueblo sabe del buen yantar, son los españoles.

Y si los cotos de caza son un lumen para explotar en términos turísticos, igualmente lo es todo lo que alrededor detona: sitios rurales, paradores para hospedarse y, desde luego, lugares para el gozo del beber y el disfrute del comer. Y hay que comerse los platos de caza.

El mejor restaurante del mundo en 2013 es español, mientras que otros tres están situados entre los diez mejores y cinco entre los 50 primeros.

El año pasado siete restaurantes lucían la calificación de tres estrellas, 17 restaurantes la de dos estrellas y 123 establecimientos la de una.

Sin duda, los españoles han aprendido de los franceses a vender su propia tierra: son los mejores promotores de su cielo, sus arenas, los platos de cuchara, sus castillos y toda su historia.

Viene siendo ancestral, pues un andaluz rara vez reconocerá que existe algo mejor más allá de sus tierras, usos y costumbres andaluces. Nada tendrá más sabor que su jamón, el rabo de toro, los espetos o la manzanilla.

Razones de más siempre sobran para ir a España e inclusive, como las golondrinas, volver y volver.

El Ministerio de Economía señala que “40.3% de nuestros turistas ha visitado España una vez en su vida y 82% son repetidores. Su grado de satisfacción es de 8.5 puntos sobre 10”.

Rachas

Cada día el sector turístico español busca la consolidación.

En 2012, según las estadísticas de la OMT, los diez países con mayor cantidad de turistas fueron, en orden descendente: Francia, con 83.1 millones de visitantes; Estados Unidos, con 66.7 millones; China, 57.7 millones; España, 57.4 millones; Italia, 46.4 millones; Turquía, 35.7; Alemania; 30.4; Reino Unido, 29.3, Rusia, 25.7 millones, y Tailandia, con 22.4 millones de viajeros internacionales.

Ese año, por cierto, México se ubicó en el lugar decimoquinto con 23.4 millones de visitantes extranjeros.

Para 2013 los diez preferidos fueron: Francia, con 84.7 millones de turistas internacionales; EU, 69.8 millones; España, 60.7; China, 55.7; Italia, 47.7; Turquía, 37.8; Alemania, 31.5; Reino Unido, 31.2; Rusia, 28.4, y Tailandia, con 26.5 millones de visitantes extranjeros.

Aquel año 2013 México recibió 24.2 millones de turistas internacionales e igualmente figuró en el decimoquinto sitio.

Hay que decirlo con desasosiego: el país azteca sigue estando a años luz de Francia o España, dos economías líderes en la industria sin chimeneas.

Durante décadas se ha esperado que el turismo en México sea líder debido al tamaño de país que es y la cultura, historia y tradiciones que posee. Las bases están dadas.

País TuristasVariación
Reino Unido12,358,9315.6%
Francia8,607,40211.5%
Alemania8,341,5276.9%
Nórdicos3,853,284 6.3%
Italia2,996,483

14.5%

Países Bajos2,216,936 5.1%
Bélgica1,777,631

15.9%

Portugal1,492,3168.9%
Suiza1,282,078 7.9%
Rusia1,260,537-7.6%
Irlanda1,074,771

1.4%

Estados Unidos993,2620.5%
Resto de Europa2,505,5904.6%
Resto de América 1,532,602 17.8%
Resto del mundo2,114,2981.9%
Total52,407, 6497.4%
×