Entre protestas en la calle y en el parlamento, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, anunció la aprobación mediante decreto de una controvertida reforma laboral, que rechazan los sindicatos.
Ante la falta de una mayoría parlamentaria para aprobar la ley, por el rechazo de algunos diputados de su propio partido, Valls anunció en la Asamblea Nacional, cámara francesa de diputados, la aplicación de la norma 49-3 de la Constitución francesa que habilita al gobierno a aprobar directamente una ley.
El premier francés justificó la medida a la necesidad de una nueva norma en Francia que permita reducir el alto nivel de desempleo que se registra en esta nación desde hace décadas.
“Este país está demasiado acostumbrado a un desempleo de masas desde hace 30 años como para que hoy no reaccionemos. Con esta ley permitimos dar más flexibilidad y oportunidades a los empleados de este país. Frente a esto mi gobierno está determinado a avanzar”, explicó Valls.
La aprobación fue muy mal recibida por los sindicatos, que este día se manifestaron por toda Francia en la duodécima jornada de protestas organizadas en los últimos cuatro meses contra la reforma laboral en esta nación y que congregó a 30 mil personas, según autoridades.
Varios centenares de ellos se dirigieron hacia la sede de la cámara francesa de diputados para protestar, por lo que el recinto legislativo fue acordonado por las fuerzas del orden para impedir el paso a los manifestantes.
Los sindicatos estiman que la ley, redactada por la ministra francesa de Trabajo, Myriam El Khomri, recortará los derechos de los trabajadores y piden el retiro completo de la ley.
Los diputados del bloque conservador del parlamento se levantaron cuando Valls anunció la aprobación de la ley por decreto, que sin embargo apoyan, por la decisión del gobierno de recurrir a su aprobación por decreto y no por mayoría parlamentaria.
Los sindicatos amenazaron con nuevas protestas contra la ley a partir de septiembre próximo.