Caracas parecía una ciudad sitiada, ya que desde anoche las fuerzas de seguridad bloquearon las entradas principales de la capital venezolana para impedir a los manifestantes celebrar hoy la gran marcha pacífica contra el presidente Nicolás Maduro, convocada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Hoy parecía un día feriado, los comercios prefirieron cerrar para permitir a los empleados acudir a la marcha de la Toma de Caracas. Los dirigentes de la oposición programaron la manifestación en las tres avenidas principales como la de Francisco de Miranda, la Río de Janeiro y la Libertador frente el liceo Gustavo Herrera, desde las 8 de la mañana hasta las 14 horas.
Las primeras estimaciones calculan entre 500 mil personas, para los más moderados, y 700 mil para dirigentes de Voluntad Popular. El canal de noticias NTN24 también apostó por esta cifra.
“Es la hora del pueblo, tiempo de recuperar la democracia. Aquí no sobra nadie. ¡Viva Venezuela!, ¡viva la libertad!”, clamó Jesús Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, ante sus seguidores tras confirmar que la megamarcha solo es el inicio de una serie de protestas.
El representante de la MUD dio a conocer las acciones que se tomarán en los próximos días para solicitar el referéndum revocatorio.
Chuo Torrealba indicó que el siguiente paso será la realización del “gran cacerolazo” este jueves, a las 8:00 pm.
También concertó tres movilizaciones nacionales: el 7 y el 14 de septiembre y una actividad sin una fecha establecida por el momento.
El miércoles 7 de septiembre la oposición pidió a los venezolanos acudir a las oficinas regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE) en toda Venezuela para exigir el cronograma de la realización del referéndum revocatorio.
“Esta marcha que hoy se movilizó irá el 7 a las oficinas del CNE planteando nuestra demanda de cuáles son nuestras condiciones para la recolección de 20%”, dijo.
Una semana después, el 14 de septiembre, la oposición tomará todas las capitales del país.
“Justo después de que el CNE dicte las normas del revocatorio”, detalló.
El último planteamiento fue denominado la Toma de Venezuela, que depende de la recolección de 20% de las firmas para activar el revocatorio. Esta movilización se realizará después de la recolección y tendrá como finalidad exigirle al CNE que se haga de forma inmediata el revocatorio.
En los días previos a la marcha se habían denunciado múltiples planes destinados a hacer estallar la violencia en un país bajo conmoción política, estado de excepción (sitio) y emergencia económica.
El chavismo también organizó para esta jornada una movilización en apoyo al gobierno, a la que se había anunciado la presencia de Maduro, lo cual hizo temer enfrentamientos por eventuales cruces entre columnas antagónicas.
Pero al final no se registraron incidentes.
En otro punto de la ciudad, Maduro intentaba reducir la dimensión de la protesta contra su gestión, asegurando que no se trataban de más de 30 mil personas. El primer mandatario, muy alterado, insultó a Henry Ramos Allup durante la retransmisión televisiva que sí realizaron todos los canales oficiales, que por el contrario escondieron la movilización opositora. En Venezuela, decir “coño de madre” entra en el terreno del insulto personal.
El “hijo de Chávez” volvió a amenazar a los diputados opositores, adelantando que ha pedido al Tribunal Supremo de Justicia que, escudándose en el estado de excepción, les levante la inmunidad parlamentaria para poder apresarles, como ha hecho estos días con dos alcaldes y dos dirigentes opositores.