La ONU espera, tras casi 72 horas cumplidas de la entrada en vigor de la tregua en Siria, que Rusia y Estados Unidos cumplan con su acuerdo de desmilitarizar la ruta de Castello, única por la cual puede transitar la ayuda humanitaria hacia al sector oriental de Alepo que controlan los rebeldes.
Desde la tarde del lunes, cuando empezó el cese de hostilidades, la calma ha sido patente, con ciertos incidentes aislados que no han afectado de manera general al cumplimiento de la tregua, según la evaluación de la ONU.
Rusia debe convencer ahora al gobierno sirio de retirar sus tropas de las proximidades de esa vía, mientras que Estados Unidos debe hacer lo propio con los grupos rebeldes posicionados igualmente en las cercanías.
“Esperamos que Rusia y Estados Unidos cumplan con el nuevo arreglo alcanzado con respecto de la ruta de Castello”, señaló en una comparecencia ante la prensa el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
Concretó que, en una reunión que había concluido minutos antes, los representantes rusos informaron de que el proceso había empezado y añadió que, si Estados Unidos convence a las fuerzas rebeldes, podrá instalarse “una nueva forma de puestos de control”.
Rusia y Estados Unidos han mantenido en reserva el documento de cinco páginas en el que acordaron el alto el fuego en Siria, el pasado viernes, aduciendo que contiene informaciones sensibles, entre las cuales se cree que figuran las características que tendrán los puestos de control que se instalarán en la ruta de Castello una vez que el área esté desmilitarizada.
La ONU, por su parte, indicó que el este de Alepo, donde se estima que viven alrededor de 275 mil personas, es la prioridad para el envío de ayuda humanitaria, que también se espera desesperadamente en otras 18 localidades asediadas.
“Nosotros podíamos haber salido hoy, pero no hemos recibido ninguno de los permisos que solicitamos (al gobierno sirio) y sin ellos no podemos cargar los camiones ni transitar porque quedarán bloqueados”, explicó el coordinador humanitario para las zonas bajo asedio armado, Jan Egeland.
Al respecto, dijo que se espera acceder mañana a la parte oriental de Alepo y, antes de que termine esta semana, a no menos de cinco localidades para las cuales el gobierno prometió que emitiría los permisos.
“Por favor, paren los obstáculos políticos, burocráticos y de procedimiento que impiden que valientes trabajadores humanitarios puedan acudir en auxilio de niños y mujeres que están en las áreas sitiadas o de fuego cruzado”, demandó Egeland.
De Mistura también criticó indirectamente a los rebeldes: “No necesitamos que se politice la ayuda recibida. Sabemos que hay muchas discusiones (entre ellos) para garantizar que la ayuda llegue y que será bienvenida”.