Los cuatro principales partidos políticos de Noruega acordaron prohibir la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles a partir de 2025.
El país actualmente está a la cabeza en la adopción de los autos eléctricos, con 17% de vehículos de este tipo, pero espera que esta cifra aumente y que en nueve años sea prácticamente de 100 por ciento.
Si bien Noruega es un gran proveedor de combustibles fósiles (en 2015 sus ventas de petróleo y gas natural supusieron 39% del valor total de las exportaciones), quiere emigrar completamente su economía ante la previsión de que “dentro de 20 años no se use crudo”.
Prácticamente todo el petróleo y gas natural que produce Noruega se exporta principalmente a Alemania, Bélgica, Francia y Reino Unido, y la mayor parte se utiliza para calefacción de hogares, fábricas y edificios de oficina, además de alimentar a plantas que producen energía eléctrica.
No obstante, Noruega no es el único país con una propuesta de este tipo, ya que Holanda también pretende detener la venta de automóviles impulsados mediante combustibles fósiles para 2025.
El gobierno de India está considerando asimismo tener solo vehículos eléctricos para 2030. Pero es en Noruega donde la propuesta tiene más posibilidades de realizarse.
A pesar de que suena algo extremo, parece que Noruega se había estado preparando, ya que los autos eléctricos no son inusuales en ese país: 24% de los vehículos nuevos vendidos este año funcionan con electricidad, constituyendo en este sentido el porcentaje más alto del mundo.