El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que el cambio de presidencia en Estados Unidos pone a la Unión Europea en una situación difícil y urgió a sus líderes a no complacer a potencias extranjeras.
En una carta enviada a los gobernantes de los Veintiocho, asentó que el cambio en Washington pone a Europa en una situación difícil, con la nueva administración pareciendo cuestionar los últimos 70 años de política externa americana.
Tusk dijo que dicho cambio se enmarca en una “nueva situación geopolítica en el mundo”, que representa un riesgo para la UE.
Y advirtió que ello incluye el surgimiento de “una China más asertiva”, la política agresiva de Rusia en Ucrania y los demás países vecinos, “guerras, terror y anarquía en el Oriente Próximo y África”, así como declaraciones inquietantes de la nueva administración americana.
“Todo ello torna nuestro futuro altamente imprevisible. Por la primera vez en nuestra historia, en un mundo externo cada vez más multipolar, muchos se están volviendo abiertamente antieuropeos”, señaló.
Según Tusk, los desafíos a los que se enfrenta la mancomunidad ahora “son más peligrosos que nunca” y exigen de los gobernantes de la Unión valor para oponerse a la retórica de demagogos, que sostienen que la integración europea solo beneficia a las elites y que los países superarían mejor las dificultades por sí mismos.
Denunció la aparición de un egoísmo nacional que se está convirtiendo en alternativa atractiva a la integración, por lo que “declive de la fe en la integración política, la sumisión a los argumentos populistas y la duda en los valores fundamentales de la democracia liberal”, son cada vez más visibles.