El presidente francés Emmanuel Macron dijo en París, que la lucha contra el “terrorismo islamista”, especialmente en Siria e Irak, es la principal prioridad de su política exterior.
En un discurso ante embajadores franceses, Macron propuso la creación de un nuevo “grupo de contacto” con otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para ayudar a gestionar las negociaciones con Siria. No ofreció más detalles sobre el papel exacto ni la composición del nuevo ente, que se reuniría en la sede de la ONU en Nueva York en septiembre.
Señaló que el grupo extremista Estado Islámico (EI) es “nuestro enemigo " y apuntó que “debemos terminar la guerra” en Siria. El dirigente pidió una transición política para Irak.
El mandatario galo afirmó que quiere organizar una cumbre internacional en París “contra la financiación del terrorismo” a principios del próximo año.
“La restauración de la paz y la estabilidad, primero en Irak y luego en Siria, es una alta prioridad para Francia”, expresó Macron.
Añadió que en Libia sólo un proceso político logrará el objetivo de “erradicar al terrorismo” y prometió ayudar a los vecinos de Libia, especialmente Túnez, a darles protección contra fuerzas desestabilizadoras.
En cuanto al sistema de alerta antiterrorista vigente en Francia desde noviembre del 2015, Macron confirmó que tiene intenciones de derogar el estado de emergencia. Al mismo tiempo, sin embargo, prometió que ciertas medidas de seguridad temporales pasarán a ser permanentes a fin de contrarrestar el terrorismo y otras amenazas.
En cuanto al acuerdo internacional con Irán para que cese su programa nuclear bélico, dijo que “no hay alternativa” a ese pacto a pesar de las amenazas del presidente estadounidense de retirarse de él.
Macron indicó que lo que se necesita es una relación “constructiva pero exigente” con Irán.
Además eligió un nuevo plan europeo de dar asilo a migrantes de Chad y Níger antes de que zarpen en peligrosas travesías por mar, afirmando que ello sería “más eficaz y más humano” que las políticas intentadas en el pasado.
Aceptar refugiados, aseveró, “es una cuestión de dignidad, de ser leales a lo que somos”, pero también enfatizó la necesidad de deportar a los que tratan de entrar al país sin permiso.
Anunció que designará un nuevo embajador para hacerse cargo de temas de migración, y prometió aumentar la cooperación entre Europa y los países africanos para combatir el tráfico de migrantes.