Más de 110 cadáveres fueron recuperados del l mar frente a la costa de Libia después que un bote que transportaba principalmente migrantes africanos se hundió en el Mediterráneo, y una operación separada a gran escala de búsqueda y rescate en mar abierto rescató a 340 personas y recuperó nueve cadáveres.
Los dos naufragios son los más recientes desastres que han cobrado la vida de refugiados y migrantes que buscan una vida mejor en Europa, y se suman a las más de mil personas que han fallecido ahogadas desde el 25 de mayo en su intento por completar la larga y peligrosa travesía en el mar entre África del Norte y las costas del sur de Europa.
Mientras los traficantes de personas tratan de sacar provecho a una mejoría en las condiciones climáticas, los funcionarios afirman que es imposible saber cuántos botes no aptos para navegar zarpan diariamente de Libia a Europa y cuántos nunca llegan a su destino. Un receptor de operaciones navales en el sur del Mediterráneo, coordinado por Italia, ha sido desplegado tan solo para atender a los desastres de los que se enteran.
En Libia, al menos 117 cuerpos, 75 mujeres, seis niños y 36 hombres, fueron recuperados de las aguas cerca de la ciudad de Zwara, informó Mohammed al-Mosrati, un portavoz de la de la Media Luna Roja de Libia. Todos excepto cinco provenían de naciones africanas. Se prevé que la cifra de muertos aumente. Las imágenes tomadas por la Cruz Roja a los cuerpos no mostraban chalecos salvavidas.