El Parlamento Europeo aprobó hoy, por mayoría abrumadora, una moción que insta a una “suspensión temporal” del proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE). La resolución no es vinculante, pero es sintomática del tenso impasse entre Bruselas y Ankara. Los europarlamentarios justifican su decisión mencionando las “desproporcionadas medidas represivas” emprendidas por el Ejecutivo turco durante el estado de emergencia vigente tras el golpe de Estado fallido del pasado junio.
El texto se aprobó con 479 votos a favor, 37 en contra y 107 abstenciones. Subraya que “Turquía es un socio importante de la UE”, pero matiza que en una asociación “debe existir voluntad política de cooperar por ambas partes (...) Turquía no está demostrando esta voluntad política, ya que la actuación del gobierno no hace más que alejar a Turquía aún más de la vía europea”.
No obstante, su mensaje final es la convicción de que Turquía debe continuar “vinculada” a la Unión Europea. El resultado no tendrá repercusión directa en los mecanismos de integración, ya que la Eurocámara no tiene poder para activarlos.
El Ministerio de Relaciones de Turquía —la UE difundió un comunicado poco antes de aprobarse la resolución— se refirió al Parlamento Europeo como una “plataforma democrática” donde “naturalmente hay diferentes opiniones” y recordó que “la decisión de suspender temporalmente las negociaciones solo puede ser emitida por el Consejo de Europa”.
El apartado cinco del marco negociador para Turquía estipula que “en caso de violación grave y persistente por parte de Turquía de los principios de libertad, democracia, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los que se funda la Unión, la Comisión recomendará, por propia iniciativa o a petición de un tercio de los Estados integrantes, la suspensión de las negociaciones y propondrá las condiciones para su eventual reanudación”.