Cientos de obreros en una fábrica en China retuvieron día y medio a sus superiores japoneses y chinos furiosos porque les impusieron estrictos tiempos para ir al baño y multas si llegan tarde, lo que hizo necesaria la intervención de la policía para disolver una huelga en el lugar.
Unos 1.000 trabajadores retuvieron a 10 gerentes japoneses y ocho chinos en el interior de la Compañía Eléctrica Shanghai Shinmei, ubicada en Shanghai, dijo la empresa matriz Shinmei Electric Co.
Los gerentes y supervisores no sufrieron daños físicos y fueron dejados en libertad tras la llegada de 300 policías a la fábrica, agregó.
Un guardia de seguridad en la planta de Shanghai dijo el martes que los trabajadores habían declarado una huelga en protesta porque la compañía había emitido nuevas reglas de trabajo, que incluían límites al tiempo para ir al baño y multas por llegar tarde.
“Los trabajadores exigían la cancelación de los requisitos, ridículamente estrictos, según los cuales los trabajadores sólo tienen dos minutos para ir al baño y se les impondrían multas de 50 yuanes (ocho dólares) si llegan tarde una vez y serían despedidos si llegan tarde dos veces”, dijo el guardia de seguridad, de apellido Feng.
En algunas empresas chinas, las actividades a desarrollar se resumen de esta forma: