La Comisión Europea propuso este martes vigilar de cerca las operaciones financieras de jefes de Estado, miembros de gobiernos, parlamentarios y jueces, en el marco de un nuevo plan para combatir la corrupción, el fraude fiscal y el lavado de dinero.
“Las nuevas recomendaciones se aplicarán a las personas del medio político nacional, además de las extranjeras, así como a las que trabajan en organizaciones internacionales”, explicó el Ejecutivo en un comunicado.
“Quedan incluidas entre tales personas, en particular, los jefes de Estado, miembros del gobierno, parlamentarios y miembros de los tribunales supremos”, completó.
Bruselas quiere que las instituciones financieras realicen controles y procedimientos “adecuados” para garantizar “un mejor conocimiento de los clientes y una comprensión más profunda de la naturaleza de sus negocios”.
Los bancos deberán mantener un registro en el que consignen la identidad de las personas que están realmente detrás de cada sociedad, implantar controles internos y notificar las operaciones sospechosas.
Esas reglas pasarán a aplicarse, igualmente, a todas las personas que reciban pagos en efectivo por bienes o servicios comercializados por un valor igual o superior a 7.5 mil euros (poco más de 10 mil dólares), en vez de los 15 mil euros actuales (unos 20 mil dólares).
La propuesta de Bruselas aún tiene que ser aprobada por el Parlamento y el Consejo Europeo antes de entrar en vigor.