Los bebés de menos de 90 días de vida tienen el riesgo de enfrentar una infección en la sangre, mejor conocida como sepsis neonatal, al tener contacto con bacterias o estreptococos ya sea de la propia madre en el momento del parto, dentro del hospital o bien por infección de vías urinarias, del trasto gastrointestinal o de las vías respiratorias.
En México este padecimiento afecta a 15 de cada mil neonatos y causa la muerte de 25% de los afectados.
Por ello expertos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) unidad Monterrey desarrollan un microchip para detectar la bacteria en un lapso de 4 horas, pues el éxito del tratamiento depende del diagnóstico oportuno.
Los agentes responsables de la sepsis son las bacterias gramnegativas (80% de los casos) que producen endotoxinas, lo cual deriva en una respuesta inflamatoria sistémica y en una falla orgánica múltiple (insuficiencia respiratoria, falla hepática o renal) que lleva al fallecimiento del recién nacido. Otros patógenos son Escherichia coli, Pseudomona aeruginosa, estafilococos, estreptococos y cándida.
Entre los síntomas característicos de una sepsis se encuentran fiebre, cambios en la temperatura corporal, problemas respiratorios, diarrea, glucemia baja, movimientos reducidos, poca succión, convulsiones, taquicardia, área del vientre hinchado, vómito y piel de color amarillo (ictericia).

Diagnóstico oportuno
Si bien este padecimiento infeccioso puede ser tratado, el éxito del tratamiento está sujeto a un diagnóstico oportuno, objetivo que persigue el desarrollo científico que realiza José Luis García Cordero, investigador del Cinvestav Monterrey, al ofrecer resultados del diagnóstico en tan solo cuatro horas y con la ayuda de pequeñas muestras sanguíneas del neonato.
El investigador detalla que se trata de un dispositivo transparente desarrollado con las mismas técnicas con las que se producen los semiconductores eléctricos, solo que en lugar de silicio se emplean acrílicos y silicones (similares a los utilizados en la fabricación de lentes de contacto) y en vez de cargas eléctricas lo que pasa por ellos son muestras de suero de sangre del recién nacido.
De acuerdo con García Cordero al circuito se introducen unas microperlas magnéticas hechas de óxido de fierro. “La idea es que las perlas atrapen a las bacterias, por lo que están cubiertas de anticuerpos específicos hacia ciertas proteínas que se expresan en la superficie de los microorganismos”, explica.

Identificador
Una vez capturadas las bacterias que pudieran estar relacionadas con la sepsis neonatal, se procede a revisar su ADN dentro del mismo chip con técnicas de Reacción en Cadena de Polimerasa(PCR, por sus siglas en inglés) y de sondas (microarreglos) para identificar aquella que causa la enfermedad; de esa manera se puede prescribir un tratamiento específico contra el microorganismo responsable.
Hasta ahora el diagnóstico de la sepsis neonatal se realiza con técnicas de hemocultivo que no identifican con precisión el tipo de bacteria que causa la enfermedad, proteína C reactiva y conteo de glóbulos blancos. Para ello se lleva a cabo una punción lumbar para examinar el líquido cefalorraquídeo en búsqueda de las bacterias responsables. Si el bebé presenta problemas respiratorios se procede a tomar una radiografía de tórax. O bien se recurre a realizar un urocultivo en bebés de apenas unos cuantos días de nacidos.
Además, estos métodos tardan de 3 a 5 días en arrojar los resultados, por lo que los médicos deciden atender el problema con un cóctel de antibióticos a diferencia del dispositivo que se desarrolla en el Cinvestav unidad Monterrey que en tan solo cuatro horas determinaría al patógeno causante de la infección.
Gotitas de sangre
García Cordero explica que otra ventaja que presenta el microchip que desarrollan en el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Microfluídrica Aplicada es que requiere entre diez y 100 microlitros de muestra de sangre, equivalente a diez gotas, por lo que resulta conveniente debido a que a los recién nacidos no pueden extraerles demasiado fluido.
Según el experto del Cinvestav, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I, la intención de este proyecto es desarrollar en un lapso de dos años un kit de diagnóstico de sepsis que pueda ser utilizado por personal de clínicas rurales y de primer nivel, que son los lugares donde más se atienden los partos.
Por ello trabajan en simplificar el sistema, para que las enfermeras solo se encarguen de cargar los microchips de diagnóstico con las perlas magnéticas y la muestra de sangre y el resto del dispositivo opere de forma autónoma a fin de detectar el tipo de bacterias que originan la sepsis neonatal.
Cabe destacar que en este proyecto el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Microfluídrica Aplicada trabaja en colaboración con Vianney Ortiz Navarrete, experta del Departamento de Biomedicina Molecular del Cinvestav, y con personal del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) de la Secretaría de Salud.
Por último, la prevención de sepsis neonatal consiste en administrar antibióticos a mujeres embarazadas que hayan dado a luz a un bebé con sepsis, o bien que tengan alguna infección, además de brindarle un ambiente limpio al dar a luz dentro de las 24 horas siguientes a la ruptura de la fuente o bolsa de líquido amniótico.