Alfonso Reyes, el intelectual

Alfonso Reyes, el intelectual
Foto: Creative Commons/Bruno Cordioli
Agencias
Todo menos politica
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Por: Federico González

Javier Garciadiego. Alfonso Reyes, “un hijo menor de la palabra”. Antología. Fondo de Cultura Económica. 905 pp.

La tradición mexicana del intelectual totémico tiene en Alfonso Reyes (Monterrey 1889–Ciudad de México 1959) uno de sus estandartes: si Justo Sierra había sido el pensador más respetado del Porfiriato, el regiomontano creó junto con José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña y Julio Torri, entre otros, el Ateneo de la Juventud Mexicana, grupo que sentó las bases ideológicas de autores capaces de trascender la esfera literaria y filosófica positivista y que apostó por la construcción de un pensamiento amplio, cosmopolita y multidisciplinario.

Octavio Paz y Carlos Fuentes encontraron en Reyes una especie de figura paterna y buscaron su cobijo y apoyo.

Reyes los impulsó a ambos, sobre todo en el primer tercio del siglo XX fue de los escritores mexicanos con mayor proyección allende las fronteras.

No era extraño, pues, que Jorge Luis Borges le tuviera un respeto auténtico y encontrará en él a un verdadero interlocutor, cosa que no sucedió con otro mexicano (vale recordar que Borges fue un lector tardío incluso de Paz).

Es decir, la trayectoria de Alfonso Reyes definió en buena medida el rumbo, los vicios y las virtudes que seguiría la clase intelectual “más sofisticada” en México.

Se movió con naturalidad por la narrativa, la poesía, trazó las coordenadas de la crítica literaria y coqueteó con uno de los géneros nuevos de su época: la crítica cinematográfica, pero en especial encontró en el ensayo su terreno más fértil. Entre 1955 y 1993 el Fondo de Cultura Económica publicó en 26 tomos sus Obras completas, ejercicio más que ambicioso solo emulado por Octavio Paz, quien aspiró a ser tan o más grande que su predecesor.

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Géneros

La publicación de Alfonso Reyes, “un hijo menor de la palabra”, por parte de Javier Garciadiego (Ciudad de México, 1951), implica un recorrido por los distintos frentes del escritor norteño. Si hubiera que hacer alguna recomendación previa es la de evitar leerla de corrido: los criterios del titular de El Colegio de México parecen guiados por la academia y no tanto por el interés de acercar la obra de Reyes a lectores neófitos y poco especializados.

Así, hace énfasis en sus lúcidos ensayos de teoría literaria; sus aproximaciones a la cultura griega, a la que dedicó páginas notables; sus críticas y perfiles de autores nacionales y extranjeros; a cambio su ficción recibe poco espacio, lo mismo que su poesía. También es cierto que estos géneros no fueron los más copiosos en términos de producción. Se extraña también la inclusión de sus textos cinematográficos publicados bajo el seudónimo de Fósforo y que muestran la revelación de enfrentarse a una nueva disciplina capaz de hacer coincidir plástica y literatura.

La antología de Garciadiego es una amplía invitación a introducirnos únicamente en la dimensión intelectual de Alfonso Reyes… y en ese sentido es innegable que cumple el objetivo.

Otros títulos de Javier Garciadiego son Cultura y política en el México postrevolucionario y Alfonso Reyes.

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