Cinvestav: a la vanguardia de la ciencia en México (I/II)

Laboratorio
Foto: U.S. Army RDECOM/Creative Commons
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El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) es una de las instituciones científicas más emblemáticas de nuestro país: ha contribuido durante 54 años al desarrollo de la ciencia nacional, generando un importante número de investigadores altamente calificados que dan lugar a nuevos grupos de investigación en innumerables instituciones a lo largo y ancho de México.

El doctor José Mustre de León, quien encabeza a la institución desde diciembre de 2014, señala que la dirección general se encarga precisamente de formular planes, estrategias y programas de desarrollo institucional que permitan alcanzar el objetivo de formar investigadores a nivel de posgrado en diversas disciplinas, así como la realización de investigación básica y aplicada de carácter científico.

Inicios

El avance tecnológico ha sido uno de los factores principales para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.

Actualmente México cuenta con instituciones que desarrollan investigación que añade valor a la actividad económica mediante la creación de nuevos productos, técnicas de producción o métodos de organización.

Uno de estos pilares es el Cinvestav, que desde su creación se distinguió por un principio aún vigente: que la enseñanza es una actividad superpuesta con la investigación y que disolver ese binomio empobrece a todos sus elementos.

“Enmendando el contexto histórico de lo que es y ha sido el Cinvestav —dice al respecto el doctor Mustre— debemos indicar que este proyecto se inició en 1961 como un esfuerzo de tener investigación en el país, ya que en ese momento tal vez solo la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tenía algunos grupos de investigación reconocidos. Se trataba de que México tuviera un centro que no solo propiciara la información, sino que tuviera competitividad a nivel internacional. Y creo que esto marcó su historia y hasta el momento nos rige todavía, determinando cómo debe ser el título de la institución”.

El planteamiento original, añade, “era muy similar a algo que existe en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton y la idea original es del director fundador, el doctor Arturo Rosenblueth, quien además tenía una tremenda capacidad como investigador. Durante varios años fue profesor de la Universidad de Harvard y a su regreso a México, trabajando en el Instituto de Cardiología, quiso realizar algo todavía más trascendente que la investigación en la parte de medicina y fundó el Cinvestav con cuatro departamentos: Fisiología, Física, Matemáticas e Ingeniería”.

Así empezó la historia del Cinvestav. Actualmente se busca continuar con la idea original de que los investigadores que trabajan en la institución sean del más alto nivel posible. Por ejemplo, entre los colaboradores originales del doctor Rosenblueth se encontraba el doctor Norbert Wiener, quien fue básicamente el que introdujo el concepto de cibernética.

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Liderazgo

Gracias a su infraestructura, productividad regional, intensidad de la actividad en investigación y desarrollo para producir y mejorar tecnologías, el Cinvestav es considerado líder dentro del campo de la ciencia y la tecnología.

—¿En qué áreas considera que la institución lleva esta batuta?

—En ciertas partes tenemos liderazgo indiscutible. Por ejemplo, en el área de genómica vegetal tenemos a uno de los grupos líderes en el mundo y este se encuentra en nuestro campus Irapuato; es el Laboratorio Nacional de Genómica para la Diversidad. En el área de física nuestra investigación en física de altas energías es también muy notable. Estamos participando en los experimentos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) y colaboramos activamente en los experimentos que descubrieron la Partícula de Higgs. Esto demuestra el liderazgo del Cinvestav también a nivel internacional. Nuestras investigaciones en el área de matemáticas, por ejemplo, son citadas constantemente.

En el área de salud, puntualiza el director general del Cinvestav, “sobresalen los estudios del posible origen de las enfermedades neurodegenerativas. El grupo del doctor Adolfo Martínez Palomo y la doctora Martha Espinosa, de nuestro Departamento de Infectómica y Patogénesis, realiza estudios muy importantes que correlacionan la presencia de arteriosclerosis múltiple con el virus de la varicela, con conexiones que son sorprendentes y que no se conocían hasta hace muy poco tiempo. Para el estudio de Alzheimer contamos con el Banco Nacional de Cerebros, único en Latinoamérica, precisamente con personas que fallecieron teniendo este mal y que donaron su cerebro, que nos permite investigar y tener información muy detallada sobre este mal. Considero que en esa área vamos a ser un grupo líder en un futuro muy cercano”.

Cabe resaltar también, dice, que “hemos sido básicamente el único miembro extranjero del Consejo de Asesores del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos y eso implica un reconocimiento importante de la investigación que tenemos en el área de salud, ya no solo de un investigador o grupo, sino la percepción externa de que la institución es muy sólida”.

Estos son elementos importantes en el país porque permiten influir en las políticas que se toman para el control de enfermedades. Por ejemplo, cuando se registró el episodio del AH1N1 en 2009, poder participar en las decisiones que se iban a tomar a nivel mundial fue muy destacado.

Porvenir

—¿Qué viene para el Cinvestav, cuáles son los planes a futuro?

—Además de los grupos tradicionales hay aéreas nuevas del conocimiento que se están dando y tenemos planes de contar con grupos nuevos o dentro de los grupos existentes fortalecer nuevas líneas de investigación. Algunas de ellas son de biológica sintética, la cual considero uno de los descubrimientos más importantes y que será revolucionario.

Básicamente, explica, “la biología sintética es el hallazgo de que se puede tener una estructura similar a la del ácido desoxirribonucleico (ADN), pero en lugar de tener cuatro bases como en todo ser vivo, son seis bases. Es un área de investigación que está empezando y ya tenemos algunos investigadores abocados a ella”.

Otra área relacionada es el área de biológica teórica y en el campus Irapuato ya se desarrolla un grupo en este sentido. “En la mayoría de las ciencias naturales habíamos tenido este proceso con anterioridad, el de tener por un lado estudios teóricos que se complementan, por otro lado, con estudios experimentales. Ahora está el caso de la biología, donde comenzamos a tener la posibilidad de modelar teóricamente los procesos de los seres vivos y tener, por ejemplo, la capacidad computacional que no teníamos hace cinco o diez años para llevarlos a cabo. Creo que habrá una explosión muy importante en este conocimiento, porque comenzará a darse una sinergia entre la investigación teórica y la experimental”.

En este sentido, se sabe que dentro de poco el Cinvestav contará con una supercomputadora que podría ser la mayor en México.

—¿Se suma eso a las nuevas investigaciones en biología y otras áreas?

—Básicamente estamos relacionando eso. De hecho, esperamos tenerla funcionando para finales de este año. Tenemos en construcción un laboratorio en Lerma, Estado de México; el edificio ya está avanzando y la computadora ya la tenemos. Probablemente la podamos tener funcionando en unos dos o tres meses y ya en funcionamiento con todo el grupo a fines de año. Y una de las áreas más importantes para su utilidad será la de biología teórica: con esta supercomputadora podremos realizar simulaciones en procesos con seres vivos.

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