Un descuido de la multinacional estadunidense ha permitido que Steve Troughton-Smith, un desarrollador informático, haya accedido al código fuente de la empresa y haya mostrado de esta forma el nuevo diseño.
Siguiendo los pasos de Samsung, quien lanzó su nuevo smartphone en marzo de este mismo año, el nuevo iPhone 8 no tendrá botón de inicio sino que contará con una pantalla más grande y sin marcos —al igual que el Galaxy S8— que tendrá, presumiblemente, un botón virtual similar al actual Assistive Touch.
La ausencia de botón principal provoca que los usuarios de iPhone dejen atrás el desbloqueo táctil. Los desarrolladores de la marca estadunidense han tomado la decisión de crear una función de desbloqueo facial siguiendo de nuevo los pasos de Samsung, que ya lo utilizó en el S8.
Tras reconocer que el desbloqueo facial es el más inseguro, Apple se ha visto obligada a modificar su reconocimiento gestual utilizando además de una serie de sensores en la parte superior frontal, infrarrojos que permiten una mayor facilidad de lectura del rostro, incluso a oscuras.
Además de estas novedades, el iPhone 8 cuenta con una barra de estado divisible emergente en la pantalla en la que aparecen diferentes informaciones como WiFi, Bluetooth y la hora. La gran novedad que tiene esta barra de estado es que cada usuario podrá adaptarla a sus diferentes necesidades.
El precio es aún una incógnita, pero se rumorea que podría superar la barrera de los mil euros.