Los tres manuscritos de Luis de Carvajal, con los que inicia propiamente la literatura judía en la América española durante el siglo XVI y que habían permanecido fuera de México más de ocho décadas, fueron recuperados por el gobierno mexicano y estarán bajo el resguardo de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).
El filántropo Leonard L. Milberg fue quien dio aviso de la existencia de estos documentos, sustraídos ilegalmente del país en 1932 por Jacob Nachbin, de ascendencia judía, polaca, brasileña y estadunidense. El también coleccionista decidió adquirir los documentos y donarlos al gobierno mexicano, con la única petición de poder mostrarlos previamente en una exposición en el Museo de la Sociedad Histórica de Nueva York.
Durante la presentación de los manuscritos a los medios de comunicación, en el Museo Nacional de Antropología, Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que “estos tres documentos de indubitable valor para la historia del país fueron repatriados por el concierto de varias partes, desde luego con la agudeza documental y filantropía de don Leonard L. Milberg, pero también por el esfuerzo conjunto de las instituciones mexicanas, en este caso las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura, que a través del instituto recuperan tan valiosas piezas para el patrimonio histórico documental mexicano”.
Los tres manuscritos son de gran valor, en especial el denominado Memorias de Luis de Carvajal, un pequeño cuadernillo elaborado en papel de trapo (9 cm de ancho por 10.5 cm de largo) con 46 páginas, en el que el judío escribe su historia desde que sale de Europa hasta su llegada a la Nueva España, la vida de su familia en Veracruz y los momentos antes de ser apresado por la Inquisición y sentenciado a morir en la hoguera.
Los otros dos textos son de orden religioso: Los artículos de nuestra sagrada fe o Lex Adonai o La ley de Dios (11 cm de ancho por 9.8 de largo), compuesto por cuatro hojas en latín remarcadas con letras de oro, aborda los aspectos religiosos que profesaba. Se consideraba a sí mismo un rabino, un iluminado que debía de llevar la palabra de Dios a todo el mundo. En tanto, El modo de adorar a Dios y exercicio devotísimo de oración(9 cm de ancho por 11.5 de largo), lo utilizaba para orar en la celebración del Yom Kippur (Día del Perdón). Consta de 46 fojas y es un preámbulo de la oración que incluye algunos rezos del Antiguo Testamento.
El director de la BNAH indicó que estos textos fueron firmados con el seudónimo de Joseph Lumbroso, pero al analizarlos se comprobó que eran de la autoría de Luis de Carvajal, el Mozo. Asimismo indicó que los tres documentos se encuentran en perfecto estado de conservación, a pesar de contar con más 400 años de antigüedad.
El público podrá admirar este documento histórico en la muestra El retorno a México. El manuscrito de Carvajal, que será inaugurada el próximo 4 de abril en el Museo Memoria y Tolerancia.