CINCO DE CINCO… Y CONTANDO

El concepto de cada edición se basó en diversas referencias a la cultura mexicana.

Foto: Especial
Notimex
Alejandro Zárate
Todo menos politica
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Noche representativa para el automovilismo mexicano el pasado 6 de diciembre en París. El Gran Premio de México de Fórmula 1 recibió por quinta ocasión el premio a Mejor Evento del Año por parte de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), máxima entidad reguladora del deporte motor.

Este nuevo reconocimiento significa que de cinco años que México ha organizado el Gran Premio en esta tercera etapa de vida de la carrera, en las mismas ocasiones se ha llevado este galardón que busca reconocer al evento automovilístico más destacado a escala mundial y para lo cual se evalúan a más de 450 eventos.

En la historia de este reconocimiento que ofrece la FIA, que ha cambiado de nombres y valores a considerar a lo largo de los años, el Gran Premio de Australia tenía el honor de sumar tres reconocimientos consecutivos en 1995, 1996 y 1997.

El GP mexicano rompió esta estadística en 2018 y ahora aumenta más su hegemonía. Incluso, con el galardón logrado este año ya superó los cinco totales que tiene la carrera australiana, debido a que México suma el reconocimiento otorgado por la edición de 1986, para un total de seis.

Ingredientes

Son varios los factores a considerar para explicar el éxito logrado por los organizadores. El primero, la experiencia obtenida por la promotora CIE a lo largo de sus casi 30 años de existencia. Se ha consolidado como un coloso para organizar, comercializar y promocionar eventos de entretenimiento que van desde conciertos, pasando por festivales musicales y obras de teatro, hasta eventos deportivos.

También están los patrocinadores, que inyectan recursos a la organización e impulsan el motor económico al evento. Son varias las marcas convencidas en basar parte de su estrategia de mercadotecnia en torno de la imagen de la carrera, con diversas iniciativas que repercuten en una mayor amplificación al evento.

El GP de México ha dejado de ser solo una carrera de autos para convertirse en una experiencia para el espectador, que genere el deseo de querer estar presente en el Autódromo Hermano Rodríguez. En cada edición son más de 300 mil aficionados los que llenan las gradas a lo largo de tres días de actividades, en una cifra que representa llenar al Estadio Azteca tres veces y un poco más.

Como otros eventos internacionales exitosos en el país la promoción de la carrera no se centra en un competidor local sino en las estrellas internacionales que forman la parrilla de pilotos. Algo parecido a lo que hace el Abierto Mexicano de Tenis o el Mexico Championship del PGA Tour.

El concepto de cada edición se basó en diversas referencias a la cultura mexicana. El espectáculo previo a la carrera, los pasillos y la misma afición mostraron pinceladas del Día de Muertos, los alebrijes, la Guelaguetza, la lucha libre, el mariachi y hasta la solidaridad mexicana, como el puño levantado recordando a los fallecidos por el sismo de 2017.

Seguramente es a nivel de pista donde el espectáculo deja que desear, pero es consecuencia de la falta de equidad competitiva que sufre el serial desde hace ya varias temporadas.

Con tres ediciones más garantizadas este espectáculo deportivo celebrado ya forma parte de la referencia mundial para organizadores, espectadores y medios. El mejor evento automovilístico en un lustro.