En Guerrero las campañas políticas de los 9 candidatos a la gubernatura y de los demás contendientes a un cargo de elección popular se desarrollan a la par de diversos actos de violencia y en el marco de los desencuentros entre los partidos y el gobierno estatal, a lo que se suma la crisis económica que afecta a la población.
Los candidatos hablan de erradicar la inseguridad, mientras las noticias dan cuenta de homicidios cometidos en diversos municipios.
Llaman al diálogo con los distintos sectores de la población, mientras los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) vandalizan el Congreso del estado en Chilpancingo.
Avalan la certeza de que habrá comicios el 7 de junio, mientras que personal del Instituto Nacional Electoral (INE) es secuestrado o bien grupos de vándalos queman y saquean oficinas de partidos políticos y de autoridades electorales.
Hablan de diálogo y de democracia, mientras que 7 de 11 de los partidos contendientes ignoran un llamado a establecer una Mesa de Gobernabilidad Política que “promueve compromisos de civilidad para las elecciones”.
Ofrecen acabar con la impunidad en torno del caso Ayotzinapa, pero muy pocos hablan de que los padres del grupo de 43 normalistas desaparecidos llaman a “impedir las elecciones” o bien de que los grupos que los apoyan secuestran y queman vehículos públicos y particulares, bloquean carreteras y calles e incendian edificios públicos.
Los candidatos critican la actuación de los gobernantes, cuando seis de ellos han tenido cargos públicos.
Todos plantean soluciones para impulsar el turismo, reactivar la agricultura, combatir la inseguridad, erradicar la corrupción, mejorar los servicios de salud, elevar la calidad de la educación, entablar el diálogo con los inconformes, encabezar gobiernos transparentes, eficientes y austeros.
Hablan de escuchar a la gente, de atenderla, de gobernar con ella incluso; hablan del Guerrero que sueñan, que visualizan de ser ellos el próximo gobernador.
Hablan y hablan y hablan a una sociedad cansada, temerosa de su seguridad, sin suficiente empleo, con bajos salarios, con pésimos servicios, sin maestros en las aulas; una sociedad que está “harta de sus gobernantes ineficientes, corruptos, déspotas, al servicio del crimen organizado”.
Este es el marco del proceso electoral que se desarrolla en uno de los estados con mayores niveles de marginación y que desde hace meses es noticia a nivel mundial y no precisamente por sus envidiables atractivos turísticos. No: es noticia por el fracaso de la clase gobernante desde hace décadas.
Este diagnóstico es producto de lo que dicen los propios candidatos, los empresarios, los analistas y, por supuesto, la ciudadanía.
Héctor Astudillo Flores
El candidato de la coalición PRI-Partido Verde es la segunda vez que contiende por la gubernatura: lo hizo en 2005 y perdió.
Su principal propuesta es garantizar la seguridad en la entidad, pues a su juicio es uno de los principales problemas, el cual se ha agudizado en los últimos años. También indica que restablecerá la paz en el entorno social, pues desde los “lamentables hechos” de Iguala en septiembre pasado la entidad se encuentra muy convulsionada y urge dar respuesta a todos los sectores que han sido agraviados.
Otro de sus planteamientos de campaña tiene que ver con elevar la calidad de los servicios de salud, así como ampliar estos a la mayoría de los guerrerenses, “porque es un derecho que el gobierno del estado, en coordinación con la Federación, debe garantizar a todo el pueblo”.
Jorge Camacho Peñaloza
El candidato del PAN confía en que su partido alcance el triunfo a pesar de que históricamente “ha tenido una presencia marginal en los comicios”. Pero hoy será diferente, dice, porque “los guerrerenses están cansados de los malos gobiernos: el PRI casi termina con el país, el PRD casi acaba con el estado y Movimiento Ciudadano casi acaba con Acapulco”.
Menciona que el tema de seguridad será su prioridad y en este rubro se compromete a establecer el Mando Único y crear una Policía Ciudadana dentro del marco constitucional.
Asimismo, sostiene que establecerá “un gobierno austero, empezando por bajar el sueldo del gobernador; llegar a un acuerdo de civilidad con los aspirantes a la gubernatura y formar un gabinete con paridad de género”.
Alberto López Rosas
El candidato del Partido Humanista —procurador de Justicia durante la gestión del perredista Ángel Aguirre— se presenta como una opción diferente a la de los partidos que “han fracasado” cuando fueron gobierno.
Para él la activación económica de Guerrero es un aspecto fundamental. En este sentido da cuenta del contenido de su programa para el desarrollo del estado, el cual se concentrará en tres áreas geográficas claramente identificadas: “La primera, la zona de Iguala, donde proyectamos la construcción de un parque industrial que se comunique vía terrestre con el Distrito Federal y Estado de México”.
El candidato sostiene que su gobierno “volteará la vista al mar y al campo, pues ahí se encuentra la independencia alimentaria de los guerrerenses”.
Beatriz Mojica Morga
La candidata de la coalición formada por el PRD y el PT se muestra confiada y de buen ánimo en las innumerables reuniones y mítines a los que asiste: “El PRD ganará de manera contundente”, afirma.
Quien fuera secretaria de Desarrollo Social del gobierno estatal delinea los ejes que guiarán su administración: primero, señala, “nos avocaremos al combate a la inseguridad, pero desde una perspectiva integral, ya que el modelo como está, no funciona”.
Ella dice “sí al mando único estatal; pero al lado de todas las acciones policiacas tienen que estar las acciones sociales y el fortalecimiento del tejido social, así como las inversiones en la cultura y el deporte”.
El segundo eje de su administración, explica, será el relacionado con la reactivación económica: “Tenemos el turismo como actividad preponderante, por lo que se creará un gran fondo de reactivación de la economía turística, pero eso no es suficiente, iremos más allá”.
En cuanto al tercer eje, indica que habrá un combate decidido a la pobreza.
Raymundo Nogueda Analco
El candidato del Partido Encuentro Social inició su campaña encomendándose a Dios, al mismo tiempo que llamó a sus seguidores a tomarse de las manos para implorar por “una revolución de amor y así resolver los problemas sociales del estado”.
Considera necesario “entrar a la revolución del amor, esa revolución que hará el cambio; unidos con amor; no más rencores; que se acabe esta guerra, pero comience la guerra del amor, la guerra de los hombres y mujeres amándose y siendo extraordinariamente felices”.
Él niega que sus mensajes proselitistas tengan un tinte religioso, pero al final acepta que al expresar sus sentimientos, “no puedo negar de dónde vengo”.
En cuanto a sus propuestas, expone que es primordial la reactivación del campo en el estado, pero con el apoyo del sector empresarial.
Godeleva Rodríguez Salmerón
La candidata a gobernadora por el Partido de los Pobres de Guerrero desarrolla una campaña modesta: sus actos públicos son limitados, prácticamente no hay mítines multitudinarios y su propaganda es escasa.
Ella habla poco cuando se le entrevista: dice que es hija de padres campesinos, que estudió la licenciatura en Economía y que siempre ha luchado mucho por salir adelante.
Asegura que llegó al Partido de los Pobres por lo que este postula: “Los políticos de siempre mintieron; nunca cumplieron sus promesas; ahora nos toca a los pobres lograr ese desarrollo que nunca pudieron; el progreso de nuestro estado está en nuestras manos; es momento de que mediante el voto obtengamos el poder político para corregir nuestro progreso y hacer a un lado a los mismos de siempre, que solo han servido al beneficio propio y no al beneficio del pueblo, que es el que más lo necesita”.
Amílcar Sandoval Ballesteros
El candidato a gobernador por Morena llama “a voltear el esquema de hacer política para que sean los guerrerenses los que manden y el pueblo sea el que esté gobernando”.
Sobre su campaña explica que esta es “austera y de contacto directo, y eso enriquece la propia perspectiva” como candidato.
Sobre la seguridad, considera necesario contar con mejores policías para combatir a la delincuencia y ofrecer a los guerrerenses seguridad, porque esa es hoy una de las principales demandas de la gente.
Iyari Sevilla Álvarez
La candidata del Partido Nueva Alianza señala que decidió participar porque cree en Guerrero “y el estado necesita de todos, merece una oportunidad, una esperanza de transformación real, justa y sin violencia”.
Sostiene que, lamentablemente, “ante la violencia que se vive en el estado la ciudadanía creó sus propios grupos de policías comunitarios”; sin embargo, aclara que es necesario “fortalecer a las instituciones y profesionalizar a las policías”.
La candidata del Panal anticipa que de llegar a ocupar el cargo de gobernadora impulsará la educación, la productividad y la salud, y pondrá especial énfasis en erradicar la corrupción, que en los últimos años ha causado mucho daño a los guerrerenses.
Luis Walton Aburto
El candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Guerrero dice con énfasis: “Estamos cansados de los gobiernos que lucran y engañan a los que menos tienen. Estamos hartos de promesas sin cumplir y de políticas económicas que nos mantienen en el rezago”.
Quien fuera presidente municipal de Acapulco y pidiera licencia para contender por el gobierno estatal, añade: “Levantamos la voz porque solo los ciudadanos podemos cambiar la historia de nuestro estado. ¡Guerrerenses, es ahora o nunca!”
Indica que se compromete “a construir un gobierno que luche por la igualdad de las mujeres guerrerenses, acabe con la violencia y discriminación de género”.
Complicado panorama
Raúl Iracheta, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios Turísticos de Acapulco, pide a los futuros gobernantes que den el debido impulso al sector turístico que, según sus cifras, genera 8 de cada 10 empleos en la entidad.
Asimismo, señala el empresario, es indispensable recuperar la seguridad, pues la violencia generada por el crimen organizado y la provocada recientemente por los movimientos sociales radicales ahuyenta al turismo y, en consecuencia, genera crisis económica.
Por su lado Jesús Mendoza Zaragoza, articulista del periódico El Sur de Acapulco, comenta que, en efecto, existen serios cuestionamientos sobre el actual proceso electoral en Guerrero, al grado de que se ha llegado a plantear que se impidan los comicios, en tanto que otros demandan que se permita el libre a derecho a votar.
Guerrero enfrenta, así, un difícil proceso electoral en el que los actos de violencia y vandálicos se suceden unos a otros, mientras los legisladores recién se enfrascaron en intensas confrontaciones en torno de la ratificación de Rogelio Ortega como gobernador interino, que al final se aprobó.
En juego
En el proceso electoral del próximo 7 de junio estarán en disputa en el estado la gubernatura, 28 diputados de mayoría relativa y 18 de representación proporcional, así como 81 presidencias municipales.
