La tormenta de nieve que comenzó a caer desde la noche del 22 de enero en la ciudad de Nueva York ha paralizado casi por completo el transporte y la actividad comercial, y amenaza con convertirse en una de las 5 mayores de la historia.
La nevada, que alteró la rutina de unas 80 millones de personas en la costa este de Estados Unidos, afectó con mayor intensidad a esta ciudad estadunidense.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó que ningún automóvil, excepto los que son de emergencias, circule en la zona sur del estado, lo que incluye a la ciudad de Nueva York, a partir de las 14:30 horas locales (19:50 GMT).
Asimismo, el servicio de autobuses fue suspendido desde el mediodía del sábado, y a partir de las 16:00 horas locales (21:00 GMT) todos los metros que operen por encima de la superficie dejarán de circular, lo que afectará principalmente a los condados de Brooklyn, Queens y Bronx.
La suspensión de vehículos fue emitida de manera tan severa que el alcalde Bill de Blasio expresó que la persona que la viole será arrestada, además de que precisó que los túneles que conectan la ciudad con el estado de Nueva Jersey serán clausurados.
Por su parte, las alcaldesas de Baltimore y de Washington DC urgieron este mediodía a los habitantes de esas ciudades a que permanezcan dentro de sus hogares.
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