Ciudad de México, 12 de Diciembre de 2025 -En las fiestas decembrinas, el desperdicio de alimentos tiende a aumentar considerablemente debido a la preparación de grandes cantidades de comida, las celebraciones en hogares y eventos, y el consumo excesivo asociado a esta época del año.
Aproximadamente 40% de la comida de esta temporada, termina en la basura cada año, lo que equivale a más de 30 millones de toneladas de alimentos desperdiciados. A continuación, algunos datos relevantes sobre este problema:
Impacto ambiental y económico: Según la FAO, aproximadamente un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia. En la temporada navideña, este problema se intensifica, generando un impacto negativo en el medio ambiente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero y el desperdicio de recursos como agua y energía. Además, representa pérdidas económicas significativas para los hogares y empresas.
Patrones de desperdicio en hogares y negocios: En muchos casos, los alimentos se desechan en esta época por una planificación inadecuada de las comidas, falta de almacenamiento adecuado y falta de conocimiento sobre cómo reutilizar sobrantes. Según el World Resources Institute (WRI), más del 70% del desperdicio de alimentos en algunos países proviene de los hogares, lo que subraya la importancia de sensibilizar a las familias para reducir este problema.
De acuerdo con el estudio Red BAMX–SIPRA 2024, en México se pierden aproximadamente 10 millones de toneladas de alimentos al año, y cada persona llega a desperdiciar hasta 80 kg de comida anualmente.
Más del 50% del desperdicio en los hogares es evitable, y los productos que más se desperdician son frutas y verduras, seguidos de pan y tortillas.
Entre las acciones más efectivas para reducirlo se encuentran planear las compras, revisar lo que ya se tiene en casa, servir porciones adecuadas, aprovechar por completo los ingredientes y congelar con etiquetas y fechas. La falta de planeación, las compras impulsivas, el almacenamiento incorrecto y el desconocimiento sobre la conservación de los alimentos son factores que agravan el problema.
Recomendaciones
Planea con tiempo: Define con anticipación el tipo de celebración, fecha, lugar y quién cocinará cada platillo. Esto te ayudará a organizarte mejor y evitar duplicidad o exceso de comida.
Haz una lista de invitados realista: Confirma asistencia lo antes posible. Entre más claro tengas el número de personas, más preciso será el cálculo de ingredientes y porciones.
Prepara un menú detallado: Seleccionen juntos los platillos que desean incluir. Consideren opciones que puedan compartirse y aprovecharse en distintas preparaciones.
Calcula las cantidades por número de invitados: Ajusta recetas según cuántas personas asistirán. Así se evita preparar de más. Existen tablas de raciones por persona que ayudan a no excederse (por ejemplo: 150 g de carne por persona, 1 taza de guarnición, etc.).
Haz una lista de compras estratégica: Compra solo lo necesario, prioriza ingredientes locales y de temporada. Y un recordatorio clave: no vayas con hambre al super o mercado para evitar compras impulsivas.
Sirve porciones adecuadas: Ofrece porciones pequeñas; quien quiera repetir puede hacerlo. Esto reduce la cantidad de comida que termina sin aprovecharse en los platos.
Aprovecha los ingredientes al máximo:
o Usa todas las partes posibles de los alimentos.
o Con huesos y recortes del pavo o pollo puedes hacer un caldo.
o Con cáscaras de frutas: infusiones, tés o cristalizados.
Si sobra comida, comparte: Envía a casa a tus invitados con un pequeño paquete o dona lo que puedas a personas que lo necesiten: el tan querido itacate.
Reutiliza creativamente lo que queda:
o Pavo o pollo: tortas, tacos dorados, enchiladas, empanadas o ensaladas.
o Purés: convertirlos en croquetas.
o Pan duro: budín o atole.
o Verduras asadas: convertirlas en ensaladas o cremas.
o Frutas: mermeladas, compotas o cáscaras confitadas.
Etiqueta lo que vayas a congelar: Incluye fecha y contenido. Esto ayuda a recordar qué se tiene y evitar que se desperdicie por olvido.
Involucra a tus invitados: Hablen brevemente sobre el valor de evitar el desperdicio. Fomenta que se sirvan únicamente lo que vayan a consumir.
Composta por los residuos inevitables: Cáscaras, tallos y partes no comestibles pueden regresar a la tierra y convertirse en nutrientes
Celebrar en familia también significa ser conscientes del impacto que generamos. Reducir el desperdicio alimentario no solo cuida el presupuesto, sino que favorece a las personas que viven en inseguridad alimentaria y disminuye la presión sobre los recursos naturales.
Estas fiestas pueden ser más solidarias y sostenibles: un pequeñhábito que adopte cada hogar puede traducirse en miles de platos que no se pierden, recursos que se aprovechan y alimentos que llegan a quienes más los necesitan.
Para profundizar en estos hábitos y encontrar más consejos prácticos, te invitamos a visitar la página #EnMéxicoLaComidaNoSeTira, que promueve acciones sencillas y sostenibles para aprovechar mejor los alimentos, especialmente en temporadas de alta demanda como Navidad y Año Nuevo.

