Bienvenidos a este espacio donde las mujeres con liderazgo político comparten su historia, su visión, así como los desafíos que enfrentan al romper techos de cristal en la vida pública y donde en esta ocasión conversé con Anais Burgos, diputada federal de Morena.
Representante de Chalco, Estado de México, Burgos reflexiona sobre la importancia de la participación política de las mujeres: “Hoy lo que vivimos es un parteaguas, porque las mujeres que estamos en el Congreso de la Unión representamos a distintos sectores de la población. Tengo compañeras que vienen de pueblos indígenas, mujeres afromexicanas, mujeres científicas, empresarias, estudiantes, diputadas muy jóvenes, diputadas que han tenido una carrera profesional en el magisterio… Es decir, somos una pluralidad y ahora somos 252 compañeras que, no importa el partido que representemos, estamos logrando avanzar juntas por seguir conquistando derechos”.
En un México donde hace 71 años las mujeres no tenían derecho a participar en los procesos democráticos de nuestro país, la legisladora reconoce los logros alcanzados, pero tiene la mirada puesta en nuevos retos: “Hoy tenemos una presidenta de la República que nos enorgullece; en mi caso, una gobernadora (el Edomex); somos legisladoras; pero todavía falta mucho por hacer: debemos seguir abriendo brecha para las niñas y adolescentes que vienen detrás”.
Desde su presidencia en la Comisión de Igualdad de Género, Burgos ha puesto en el centro de la discusión temas como la violencia vicaria, los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad salarial y la salud sexual en comunidades indígenas y marginadas.
Sin embargo, afirma que esta comisión requiere mayor participación. “La igualdad de género, para que realmente sea realidad, necesita la participación de los hombres, no solo de nosotras; esto lo digo porque la Comisión está integrada por 30 legisladoras”.
Además, afirma que el reto es alcanzar la igualdad sustantiva de manera transversal. “La igualdad sustantiva hoy en México es un parteaguas; la presidenta de la República presentó una reforma constitucional en materia de igualdad sustantiva y nosotras como diputadas, y las senadoras y senadores como parte de este Congreso de la Unión, hemos hecho nuestro trabajo. Pero la igualdad sustantiva no solo requiere la transformación de la Constitución o de las leyes, sino de que realmente los gobiernos de los estados ejecuten esas reformas, las fiscalías, las secretarías de Seguridad Pública, de las Mujeres, de Desarrollo Económico… Pero no solo eso, porque también tiene que llegar al municipio”, explica.
Resistencia
Burgos, quien también es secretaria de la Comisión de Radio y Televisión e integrante de la Comisión de Turismo, es consciente de la discriminación que aún enfrentan las mujeres y ha hecho de cada obstáculo un acto de resistencia.
En su paso por la política ha derribado barreras: “Fui avanzando en la trayectoria política y enfrentando eso de ‘eres mujer’, ‘no tienes dinero’, porque vengo de una familia como la mayoría de este país, que no viven la riqueza; también estereotipos de belleza, ‘no tienes el cuerpo perfecto’, ‘eres morena’, etcétera. Y seguimos avanzando a pesar de ello. Ahora que me dedico ya de lleno a la política está el tema de la violencia digital y la violencia simbólica, donde cualquier cosa que hagamos siempre se busca denostarla. Me han llamado ‘lady fideicomisos’, ‘lady tianguis’, ‘lady rebozos’. Hubo un político que en alguna ocasión me regaló una caja de plumas y dentro había dinero para que me pudiera comprar ropa cuando entré a la Legislatura, porque mi manera de vestir no correspondía a lo que ese personaje consideraba que las mujeres políticas mexicanas debemos vestir. Y a partir de ahí asumí con mucho compromiso vestir con los textiles mexicanos, porque cuando yo usaba algo de textil mexicano me discriminaban o me estereotipaban diciendo ‘la indígena’, ‘la que no tiene dinero’, ‘la que no tiene conocimiento’. Y qué equivocadas están esas personas, porque las mujeres de los pueblos originarios son sabias, tienen una gran experiencia”.
Ese mismo sesgo lo vive en lo cotidiano, pero su respuesta nunca ha sido el silencio: “Atendemos todos los días, cada diputado —somos 500— seguramente estará atendiendo al día a 20 o 30 personas. Imagínate el flujo de gente. Pero lo que nos hizo llegar acá fue nuestro trabajo, nuestra disciplina y el gran amor por querer transformar nuestros entornos, el entorno colectivo, y realmente cambiar lo que las mujeres estamos viviendo en el país”.
Aquí seguiré dando espacio a las historias de mujeres que abren brecha en la política.