AVANCES CIENTÍFICOS EN LA REVOLUCIÓN DE ESTADOS UNIDOS

“El impacto de la guerra en la medicina”.

Ignacio Anaya
Columnas
AVANCES CIENTÍFICOS

La independencia de Estados Unidos es un episodio interesante, más por lo que representó en sí misma, que por su olvido al pensar en la Ilustración que tanto caracterizó a occidente durante el siglo XVIII y que a lo mucho se convierte ahí en un extra más.

En este contexto emerge la figura de David Ramsay, quien presenció el conflicto y se convirtió en su primer intérprete al escribir La historia de la revolución americana en 1789.

Además de ser un relato del conflicto, esta obra fue un estudio de cómo la contienda transformó la ciencia y la medicina. Ramsay, médico, político e historiador por igual, nos ofrece una perspectiva única que vincula estrechamente el progreso científico con las vicisitudes de la guerra.

Ramsay observó de qué manera la contienda, a menudo vista como una fuerza destructiva, inesperadamente se convirtió en un motor de avance científico y médico. Él escribió: “Aunque las escuelas y universidades generalmente estuvieron cerradas durante la guerra, muchas de las artes y ciencias fueron promovidas por esta”. En su reflexión Ramsay resaltó una paradoja, puede ser que inconscientemente: la guerra, a pesar de su naturaleza demoledora, fue un terreno fértil para el avance del conocimiento. El conflicto obligó a los estadunidenses a explorar y comprender mejor su geografía, transformando la necesidad militar en una oportunidad para el descubrimiento geográfico.

La geografía recibe una consideración especial en el trabajo de Ramsay. Él reconoce que el conflicto armado, con todas sus tragedias, fue también una fuerza reveladora que desentrañó el paisaje norteamericano. Ramsay escribe: “La geografía de Estados Unidos antes de la Revolución era poco conocida, pero las marchas de los ejércitos y las operaciones de guerra dieron lugar a muchas investigaciones geográficas y descubrimientos que de otro modo no se habrían hecho”.

Ilusión

Quizás el aspecto más fascinante de la obra de Ramsay es su análisis del impacto de la guerra en la medicina, particularmente en la cirugía. Argumenta: “La cirugía fue una de las artes (habilidades) que fue promovida por la guerra... Los eventos melancólicos de las batallas dieron a los estudiantes norteamericanos la oportunidad de ver y aprender más en un día de lo que podrían haber adquirido en años de paz”. Aquí el autor subraya cómo la urgencia y la crudeza del conflicto proporcionaron a los médicos de las 13 colonias una experiencia inigualable en la práctica quirúrgica. La escasez de hospitales y recursos se convirtió en un aula improvisada para la enseñanza y el perfeccionamiento de habilidades cruciales.

Su texto, escrito en un tiempo de optimismo cauteloso, es un testimonio del espíritu ilustrado de la época, un momento en que la política y la ciencia estaban íntimamente entrelazadas de una manera que era vista con buenos ojos.

A Ramsay se le considera el primer historiador en escribir sobre la guerra de independencia de EU y desde su perspectiva ilustrada articuló la compleja relación entre la guerra y el progreso científico. Su obra nos ofrece una ventana a una época en la que la adversidad y la innovación iban de la mano, una ilusión de que incluso en los momentos más bélicos podían surgir avances significativos.