SANCIONARÁN LA VENTA DE BEBIDAS ADULTERADAS

Congreso de la Unión México
Laura Quintero
Columnas
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El Congreso de la Ciudad de México legislará mediante un par de iniciativas para tipificar el delito de “sumisión química” en el Código Penal capitalino y establecer en la Ley de Establecimientos Mercantiles la obligación para que bares y restaurantes pongan detectores de bebidas dopadas o adulteradas a fin de garantizar que los miles de jóvenes que asisten a divertirse, generalmente los fines de semana, regresen sanos a sus casas y no como sucede actualmente, que muchos son vulnerados sin su consentimiento.

“Cada fin de semana miles de jóvenes en esta ciudad acuden a bares, restaurantes y centros nocturnos, pero muchos no regresan a salvo a casa porque son víctimas del dopaje de bebidas sin su consentimiento. Todos conocemos a alguien que lamentablemente ha atravesado por una situación así, que no distingue edades ni género. Esto es una realidad que debemos cambiar”, dice el diputado Jesús Sesma Suárez, coordinador del grupo parlamentario del Partido Verde.

Tiene razón el legislador: esta situación es una constante, pues se repite todas las semanas y muchos jóvenes ya no aparecen, ni se sabe qué fue de ellos después de asistir, principalmente, a un antro.

De ahí que la iniciativa es de gran trascendencia, pues trata de preservar la vida de quienes solo buscan divertirse, pero al tomar bebidas que contienen diversas sustancias presentan distintos síntomas y luego ya no saben qué pasó.

“Una iniciativa busca tipificar el delito de ‘sumisión química’ en el Código Penal local para castigar con penas que van de cinco hasta 17 años de prisión a quienes posean, oferten, administren o entreguen bebidas de cualquier tipo a sabiendas de que están dopadas o adulteradas, con la finalidad de vulnerar la integridad, la seguridad e inclusive la vida de una persona”, explica el legislador y también presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local.

La verdad ya es justo castigar este delito frecuente, porque se da a diario en restaurantes, ya no digamos en centros nocturnos, que desde que entran los clientes les echan el ojo y no se les escapan al servirles las bebidas. Es recurrente y lo realizan con toda impunidad. ¿A quién no le ha pasado?

“No solo se trata de un riesgo a la salud, como se prevé a nivel federal en la Ley General, sino de un atentado directo a la dignidad humana: el uso de una bebida dopada o adulterada para someter a alguien es una forma de agresión y abuso que, en múltiples ocasiones queda impune. En este sentido, debemos dar el paso, antes de que otros sufran las consecuencias”, advierte Sesma.

Es por eso que “otra iniciativa consiste en adicionar y reformar la Ley de Establecimientos Mercantiles para obligar a sus titulares a poner a la venta dispositivos detectores de bebidas dopadas o adulteradas, como la pulsera Centinela, desarrollada en España, un dispositivo disuasorio que puede identificar más de 22 sustancias nocivas, entre ellas ketamina, LSD, GHB y anfetaminas, en segundos”, precisa el diputado.

Pues sería genial ese dispositivo, aunque se tenga que comprar, porque si una persona al tomar unos tragos de su bebida experimenta malestar repentino y sospecha que está adulterada, con solo colocar una gota sobre la pulsera si cambia de color el Código QR permite solicitar asistencia de inmediato a los servicios de emergencia, compartiendo la ubicación en tiempo real. Y puede salvar la vida. Interesante, ¿verdad?

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que este fin de semana concluye el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la CDMX, que si bien registra todavía mucho rezago, sacó varias iniciativas y le echó ganas en comparación con la anterior Legislatura, que dio prioridad a los enfrentamientos entre bancadas. Realmente la actual coordinadora de la mayoría, Xóchitl Bravo Espinosa, ha demostrado que tienen ganas de legislar en favor de los ciudadanos que confiaron en ellos. ¡Ojalá sigan así!...

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