TRIUNFO POR INERCIA EN EL EDOMEX

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Columnas
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El panorama que se aprecia en la débil campaña electoral por la gubernatura del Estado de México es claro.

Morena se hará del gobierno del Estado en lo que puede denominarse como un triunfo por inercia replicando una tendencia registrada en muchas otras entidades.

El viejo dilema de que si “es primero el candidato o el programa” quedó superado.

Con Delfina Gómez o cualquier otra candidata de Morena ganaría la gubernatura mexiquense, como consecuencia de una inercia social que aún apuesta por la alternancia.

En el fondo, la colectividad aprecia cómo el PRI se desmorona y llevados por la inercia del cambio experimentado en otros estados, así como a nivel nacional, optará por el cambio.

Las propuestas de campaña y los compromisos en este caso parecen imperceptibles porque lejos de pertenecerle son parte de la 4T.

No se aprecia a Delfina Gómez como una candidata sólida sino como la encargada de representar a Morena y a la 4T, tratando de luchar para superar los estigmas de su pasado.

En tanto, a Alfredo del Mazo Maza se le aprecia como un político replegado, un gobernador que ha cedido la plaza ante lo que parece inevitable, solo a la espera de que se concrete el triunfo de Morena para hacer entrega de la joya de la corona a su representante.

Por su parte, Alejandra del Moral trata de desarrollar una campaña en solitario, sin el respaldo abierto y manifiesto de panistas y perredistas, quienes en términos generales aprecian desde ahora que la batalla está pérdida, a pesar de que en el plano discursivo traten de aparentar lo contrario.

Las grandes muestras de músculo social que antaño caracterizaron a las contiendas en territorio mexiquense están superadas.

Las estadísticas y estudios de opinión están por demás, porque la percepción general es que los mexiquenses al igual que el grueso de los mexicanos no quieren estar del lado de los perdedores.

Visión de gobierno

Por lo que hace al debate registrado a la fecha, resalta el hecho de que mostró el ralo discurso y capacidad de enarbolar propuestas tanto por parte de Alejandra del Moral como de Delfina Gómez.

Ambas fueron incapaces de aprovechar el espacio para proyectar sus respectivas propuestas y visión de gobierno.

En pocas palabras, pareciera que pese a las pretendidas movilizaciones las campañas políticas en el Estado de México están lejos de captar la atención social.

Todo indica que las y los mexiquenses tienen de antemano tomada su decisión. El voto duro tendrá un peso fundamental, pero sin duda tendrá un mayor peso la inercia del cambio y la alternancia.

Una alternancia que se vivió en el plano nacional en el 2000 y que duró doce años.

En cuanto al plano central, por mencionar solo un ejemplo, en el entonces Distrito Federal comenzó en 1997 con la elección del primer jefe de Gobierno y permaneció hasta 2018, cuando Morena se hizo del gobierno de la Ciudad de México.

Los tiempos de cambio y alternancia soplan en el Estado de México como consecuencia de una determinación social y todo indica que se concretará un triunfo por inercia, antes que por convencimiento pleno, replicando una tendencia que se ha registrado en muchas otras entidades.

En el Estado de México todo indica que ganará Morena y la 4T y Delfina Gómez será la encargada de administrar el triunfo.