MIGRACIÓN: DEL ESTIGMA SOCIAL AL BIENESTAR QUE ARRAIGA

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Columnas
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La apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para solucionar la histórica problemática social de la migración es poco entendida al interior del país: la propuesta, que implica la participación primordial de la administración Biden y comenzó a plantearse durante el gobierno de Donald Trump, es atender las causas que obligan a habitantes de zonas marginadas de los países de Centro y Sudamérica a desplazarse en busca del sueño americano, para frenar las caravanas que cotidianamente tratan de ingresar a México por la frontera sur.

Una estrategia que López Obrador comenzó a aplicar en solitario mediante el programa Sembrando Vida, por ejemplo, en El Salvador, a la espera de mostrar a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá que es posible invertir para atender el rezago social como causa de la migración.

Aunque se ve como un hecho aislado, la realidad es que México cuenta con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) para la aplicación de la estrategia. Como se constata con los resultados en El Salvador, presentados en octubre pasado durante un encuentro con trabajadores de la tierra inscritos en el programa, se busca apoyar a agricultores de pequeña escala a establecer sistemas productivos agroforestales, combinando la producción de los cultivos tradicionales con árboles frutícolas y maderables y con el sistema de Milpa Intercalada entre Árboles Frutales (MIAF).

De ahí la reunión de alto nivel con la administración Biden, que encabezaron por México el canciller Marcelo Ebrard y por Estados Unidos la vicepresidente Kamala Harris, cobra especial importancia no solo porque se incluye en la temática el fenómeno migratorio y la seguridad, sino por la carta que el presidente López Obrador envió al mandatario estadunidense para plantearle la posibilidad de sumar esfuerzos para promover el desarrollo regional como vía para frenar el desplazamiento.

Obviamente lo que como sociedad debemos tener presente es la necesidad de que México deje de ser un país de tránsito y se supere el fenómeno de los doble mojados, muchos de los cuales, con su estancia en la franja fronteriza norte, generan una problemática en cuya atención participan organizaciones civiles además de instancias de los tres niveles de gobierno.

Ello sin dejar de lado el hecho de que muchos de nuestros connacionales optan por migrar en busca del sueño americano al no encontrar opciones para su desarrollo personal en sus lugares de origen.

La opción en el caso de los habitantes de los países de Centro y Sudamérica es contar con un desplazamiento ordenado, como se planteó desde la campaña, otorgando en su caso visas de trabajo, pero primordialmente atacando las causas que generan la migración. La necesidad de contar con opciones laborales, así como la inseguridad, sin duda están detrás de no pocos migrantes.

Riesgos

En contraparte, es necesario establecer que los críticos de la estrategia del presidente y por supuesto el bloque opositor destacan la operación de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM), junto con autoridades locales, como un muro de contención que opera como consecuencia de la presión que en su tiempo ejerció Trump.

Incluso, como sucedió en el pasado reciente, magnifican los hechos violentos y de abierta agresión a los migrantes por parte de elementos del INM que ante las denuncias y la exhibición de videos fueron separados de sus cargos y enfrentan los procesos correspondientes, con lo que quedó de manifiesto la determinación de la 4T de no tolerar esa conducta.

Lo que olvidan o pretenden dejar de lado los críticos son eventos como la masacre de San Fernando Tamaulipas, ocurrida en agosto de 2010, que fue ampliamente difundida, así como el secuestro y extorsión por parte de grupos del crimen organizado de que son víctimas no pocos migrantes a lo largo de su tránsito de la frontera sur a la norte de México.

Consecuentemente, se debe valorar adecuadamente el señalamiento de López Obrador en el sentido de cuidar a los migrantes en el sur, porque dejarlos que transiten por todo el país sin protección es muy riesgoso. La estrategia está en marcha y solo falta el concurso de nuestro principal socio comercial para que se convierta en un aliado del desarrollo regional.