PRENSA, TINTA E INTERVENCIONISMO

“Dentro de las páginas de los diarios se libraron batallas”.

Ignacio Anaya
Columnas
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En el Museo Nacional de las Intervenciones el recorrido por la parte superior del recinto comienza con una pequeña sala que indica los inicios de la independencia de México. Aparece lo que uno puede esperar de la propuesta museográfica: armas, uniformes, documentos y mapas. Pero también hay secciones dedicadas a la prensa mexicana en los momentos de guerra. Esta tuvo problemas no solo entre contrapartes nacionales sino también con la prensa extranjera.

El periodismo en México puede encontrar sus orígenes en la Gaceta de México, periódico fundado hace 300 años con el objetivo de informar sobre diversos temas culturales y sociales en Nueva España. A esta le siguieron otras gacetas, pero con el estallido del movimiento independentista surgieron las luchas en el campo de lo periodístico: la prensa en tiempos de guerra. Por ejemplo, el Museo Nacional de las Intervenciones cuenta con muestras de periódicos insurgentes que narraban las campañas militares de José María Morelos. Paralelamente, en la Ciudad de México circulaban diarios en contra de la insurgencia.

Más tarde, a medida que avanzaba el siglo XIX, la prensa ocupó un papel fundamental en los campos de batalla contra el intervencionismo. A la información, principal objetivo, se agregaron las luchas ideológicas, políticas y en algunos casos la defensa de la soberanía. Para entender mejor esto resulta interesante el siguiente caso entre un periódico mexicano y otro estadunidense.

Ofensa

Durante la invasión del vecino del norte, en 1847, dos sujetos de dicho país fundaron un periódico en México llamado The American Star que sirvió como propaganda para los invasores y para informar sobre la guerra. Sus ejemplares se publicaban en inglés, puesto que estaban dirigidos principalmente a los extranjeros que vivían en México, aunque contaba con secciones en español para el público mexicano.

Este diario entró en conflicto con el periódico de corte liberal mexicano El Monitor Republicano, ya que este denunciaba en ocasiones la conducta de las tropas estadunidenses.

Ambos periódicos se atacaban de manera mutua, pese a que igualmente solían citarse sobre acontecimientos en torno del conflicto. El 6 de noviembre de 1847 el Monitor denunció las siguientes palabras del American Star: “Parece que las bellas mexicanas aún se han reservado de honrar con su presencia las calles y paseos de esta capital durante estas últimas y hermosas noches; ya conocerán que hoy más que nunca reina la más completa seguridad…” Para entonces la Ciudad de México ya se encontraba ocupada por los estadunidenses.

El Monitor continuaba, a manera de crítica de la cita anterior, acusando el comportamiento de los invasores con las mujeres e incluso se posicionó como un espacio donde se pudieran denunciar las malas actitudes del ejército de Estados Unidos.

Un mes antes, el 7 de octubre, The American Star mencionaba lo siguiente: “No se ha cometido la menor ofensa contra la decencia por parte de nuestros soldados que El Monitor no haya recogido y puesto con cierto lenguaje para disgustar e incensar a aquellos que no estaban familiarizados con nuestro carácter, contra nosotros”. Cabe mencionar que tampoco niega que se hayan cometido abusos. Lo que le molestaba al Star era el lenguaje de El Monitor contra los estadunidenses.

Al final, una vez que se ratificaron los tratados de Guadalupe-Hidalgo en 1848, The American Star dejó de circular. No obstante, su corta presencia y peleas con un periódico mexicano muestran cómo dentro de las páginas de los diarios se libraron batallas, solo que estas armas chocaban con tintas, no con fuego.