Para celebrar el 14 aniversario de Esperanza Azteca y los once años del Instituto Superior de Música Esperanza Azteca el 24 de octubre la Orquesta del ISMEA presentó un concierto con obras de Rachmaninov y Moncayo en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU).
Además, en compañía de Ninfa Salinas Sada, presidenta del Consejo de Fundación Azteca, y Antonio Domínguez, director de Fundación Azteca, se entregaron las Medallas al Mérito Esperanza Azteca.
Esta presea reconoce la trayectoria, el talento y el esfuerzo de todos aquellos que trabajan junto con Esperanza Azteca y el ISMEA para promover la cultura musical y dotar de inspiración a las nuevas generaciones de músicos nacionales.
Durante su participación, Ninfa Salinas Sada agradeció a los jóvenes músicos que forman parte de Esperanza Azteca: “Son ustedes los que permiten que esto sea una realidad; Fundación Azteca es de ustedes, es de todos”.
Por si fuera poco, destacó que la iniciativa, junto con el ISMEA, ha coadyuvado a transformar de manera positiva la realidad de muchos niños y jóvenes: “Fundación Azteca contribuye diariamente a la formación de personas con una mente distinta, que quieren y buscan una vida digna y honorable; una vida contagiada de música. Han sido 14 años de transformar gente, de convertirlos en líderes y de demostrar que existen las oportunidades”.
De igual forma, reconoció el gran esfuerzo del presidente y fundador de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, quien ha creado las condiciones idóneas para que este tipo de proyectos surjan y tengan éxito. “Su visión de país se refleja aquí: su visión de triunfo, de libertad, de creatividad y de una prosperidad construida por todos se traducen en este concierto”.
Finalmente, invitó a los jóvenes a seguir dando lo mejor de sí en este proyecto musical: “Les quedan muchos años de poder seguir poniendo su granito de arena. Gracias por su talento que inspira. Ustedes representan un México grande, capaz de imaginarse y ser fuerte, poderoso”.
Los tres galardonados de la noche fueron la presidenta del Patronato Orquesta Esperanza Azteca en Puebla, Leonor Mastretta; la vicepresidenta de la misma asociación, Mónica Rothlaender; y el presidente del Patronato de las Orquestas Esperanza Azteca de Ciudad Juárez, el ingeniero Daniel Domínguez.
Todos ellos han trabajado de forma activa en el programa para que cada niño y joven tenga la oportunidad de participar sin que haya obstáculos financieros.
En otros años este reconocimiento lo han obtenido el violonchelista Carlos Prieto, el compositor Arturo Márquez y los diplomáticos Rafael Tovar y de Teresa y Esteban Moctezuma.
Viaje musical
El programa estuvo compuesto por el Segundo concierto para piano Op. 18 en re menor de Serguéi Rachmaninov y el Huapango de José Pablo Moncayo. El pianista invitado, Rokas Valuntonis, presentó además una breve pieza para piano titulada Down the Hill on a Sledge, del compositor lituano Balys Dvarionas.
Julio Saldaña, director de la Orquesta del ISMEA, invitó a los asistentes del concierto a vincular sus experiencias personales con la música. Para ello relató brevemente la historia de la obra de Rachmaninov, misma que el artista compuso luego de pasar cuatro años sumergido en una profunda depresión. “Este concierto es como un museo, donde cada movimiento es una sala distinta. La obra de Rachmaninov, por ejemplo, está compuesta por tres salas, cada una con un tono distinto: la primera encierra una cierta nostalgia; la segunda es más personal, lenta e íntima; y la tercera, con sus toques arabescos, bien puede llevarnos a imaginar a un sultán que cruza el desierto”.
Estos detalles no pasaron desapercibidos para Rokas Valuntonis, quien previo al concierto señaló que la obra de Rachmaninov no proviene precisamente de un momento alegre de la vida del autor, pero “tiene tantos elementos y colores que es una explosión de variedad de sonidos”.
Valuntonis ha sido premiado en más de 20 concursos internacionales, como el Concurso Internacional de Piano de Campillos 2018, en España; el Concurso Internacional de Música Societá Umanitaria de 2013, en Italia; y el Concurso Nórdico de Piano de 2010, en Suecia. Este año recibió la Jung Artist Grant del Ministerio de Cultura de Lituania.
Al igual que él, otros reconocidos músicos han acompañado a las orquestas de Esperanza Azteca y del ISMEA, como el clarinetista Paquito D’Rivera, los violonchelistas Carlos Prieto y Yo-Yo Ma, y los violinistas Joshua Bell, Sarah Chang y Gil Shaham.
Del mismo modo, ambas orquestas han sido dirigidas por músicos como Valery Gergiev, Plácido Domingo, Clemens Hellsberg, Enrique Barrios, Linus Lerner, Carlos Miguel Prieto y Carlos Spierer, quienes han contribuido con su talento y experiencia a la formación y el desarrollo de los jóvenes músicos del programa.
Además, la Orquesta Esperanza Azteca ha tenido la oportunidad de presentar grandes obras musicales en los escenarios más importantes del país, como el Palacio de Bellas Artes, el Auditorio Nacional, el Auditorio Metropolitano y la Sala Nezahualcóyotl.
Cabe decir que en 2022 la iniciativa de Fundación Azteca logró la reactivación pospandemia de 18 orquestas sinfónicas y coros en nueve estados de la República beneficiando a alrededor de tres mil niños y jóvenes.
Con una metodología única que privilegia la disciplina, la responsabilidad y el trabajo en equipo, en once meses niños y jóvenes de escasos recursos que no tienen ningún tipo de formación musical profesional se vuelven capaces de participar en un concierto sinfónico y coral, demostrándose a sí mismos y a su comunidad que todo es posible.
Luego de 14 años de trabajo Esperanza Azteca ha demostrado ser un programa resiliente y comprometido, capaz de transformar a miles de niños y jóvenes mexicanos.
Con ello, Fundación Azteca y Grupo Salinas brindan a las infancias y juventudes de México más y mejores oportunidades para su crecimiento.