CAMBIO CLIMÁTICO: ¡LAS ACCIONES SOCIALES IMPORTAN!

“Apertura de espacios para capacitación, difusión y consulta ciudadana”.

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Internacional
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Con el fin de diseñar una agenda parlamentaria que involucre a los ciudadanos la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados, junto con el Congreso Agrario Permanente (CAP), recién organizó el foro El papel de la sociedad civil en el cambio climático en México.

Durante la inauguración las diputadas perredistas Elizabeth Pérez Valdez y Edna Díaz Acevedo señalaron el papel tan relevante que tienen las sociedades civiles para la transformación tanto legislativa como ambiental.

Pérez Valdez recordó que el artículo cuarto constitucional garantiza el derecho a vivir en un ambiente sano, por lo que también corresponde a los ciudadanos procurar que se les haga efectivo. “El cambio climático es sin duda una amenaza sentida y el reto más importante para garantizar ese derecho” a un medio ambiente adecuado, comentó.

Especialistas como Enrique Lendo Fuentes, miembro del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), puntualizaron los principales retos que afrontan el país y el mundo en materia ambiental.

Por ejemplo, Lendo indicó que para implementar el Acuerdo de París se necesita una inversión global de entre cuatro y cinco veces el PIB de México, misma con la que según el tratado se reducirían las emisiones contaminantes y se estabilizaría el aumento de la temperatura en el límite de 1.5 grados Centígrados.

Más aún, Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, señaló que para inicios de 2030 rebasaremos dicho límite de temperatura.

Asimismo, Verónica Bunge Vivier, directora de Atención al Cambio Climático en Zonas Prioritarias de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), señaló que en México uno de los sectores más afectados es el agrícola. Las sequías, la disminución de lluvias y la reducción de áreas cultivables producen un marcado efecto en los agricultores, que luego se refleja en la disminución de la producción y la escasez de alimentos.

Exigencia social y legislación

Camila Zepeda, directora general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), señaló en el evento que en noviembre pasado México ratificó el Acuerdo de Escazú, un tratado internacional que sienta las bases para la protección del medio ambiente y tiene como objetivo garantizar en América Latina y el Caribe los derechos de acceso a la información ambiental, la participación social y gubernamental y justicia para activistas ambientales.

Además, obliga a los Estados miembros a fomentar que la información ambiental del sector privado sea de acceso público y que presenten cada cinco años un informe sobre el estado ambiental.

“El Acuerdo de Escazú nació de una exigencia social. Es el único convenio que se enfoca en las personas defensoras del medio ambiente”, afirmó Zepeda.

Firmado por 25 países en la ciudad de Escazú en marzo de 2018, el acuerdo tuvo como antecedente la Declaración sobre la Aplicación del Principio 10, de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río 20 en 2012.

En última instancia, es un tratado que impulsa la actividad conjunta de países latinoamericanos respecto del medio ambiente y el desarrollo sustentable, y reconoce que la mejor manera de tratar dichas cuestiones es con la participación civil, con transparencia y con justicia.

El proceso de aprobación y ratificación del acuerdo continúa en otros países de la región. El 18 de marzo pasado, por ejemplo, el presidente de Chile, Gabriel Boric, firmó el acuerdo, siendo además el primer proyecto de ley que envió al Congreso de Chile.

Un par de meses después se aprobó y finalmente, el 11 de septiembre, el tratado se hizo vigente para Chile.

Sin embargo, en el caso de otros países como Colombia y Perú la discusión sobre la ratificación del tratado se posterga ya de manera constante por parte de sus respectivos Congresos.

Durante su intervención, Zepeda hizo hincapié en que aun cuando falta todavía la creación del andamiaje legislativo y gubernamental que haga efectivos los fines del acuerdo, cualquier persona interesada puede presentarse ante un tribunal y exigir los derechos de acceso que marca el tratado.

“En el momento en que México ratifica un tratado internacional, ipso facto se vuelve materia de legislación nacional”, puntualizó.

De este modo, en la misma medida en que todo nuevo proyecto ambiental debe ofrecer información previa correspondiente sobre sus actividades, también debe impartirse justicia ante cualquier agravio que sufran los activistas.

Al finalizar su intervención en el foro, la directora general para Temas Globales de la Cancillería invitó a los jóvenes a ser partícipes de acciones locales, regionales e internacionales contra el cambio climático.

Señaló Zepeda que poco a poco se irán abriendo espacios de capacitación y consultas para que los ciudadanos participen en conjunto con las autoridades locales y el gobierno federal.

Juventud y propuestas globales

Con similares propósitos, el 9 de septiembre se llevó a cabo la final del Climatón UNAM 2022, concurso que premia proyectos sociales hechos y propuestos por jóvenes que, por un lado, ayuden a visibilizar las consecuencias del cambio climático en el país y, por otro, que promuevan acciones colectivas para intervenir espacios públicos.

El equipo ganador fue un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana con un proyecto llamado MicroBosques Urbanos, que surgió después de que en 2020 la ciudad de Coatzacoalcos superó los 45 grados Centígrados y plantea la creación de pequeños espacios verdes que ayuden a mitigar las islas de calor y a purificar el aire.

Se basa el proyecto en un método creado en la década de 1970 por el japonés Akira Miyawaki y consiste en plantar especies locales de árboles en lugares reducidos. Al cabo de tres años estos sitios se convierten en ecosistemas capaces de ser autosuficientes.

El método ha demostrado ser una manera rápida y de bajo costo de reverdecer espacios públicos y privados.

Según afirma Andrés Segura, miembro del equipo de MicroBosques Urbanos, el gobierno de Coatzacoalcos les otorgó el espacio conocido como Parque Las Tortugas para ser intervenido.

Poco después les propusieron la creación de microbosques en la colonia Santa Martha, al poniente de la ciudad, y en el camellón central.

Además, el municipio se encargará de subsidiar el presupuesto para dichas intervenciones, mismo que no rebasa los 150 dólares por metro cuadrado.

MicroBosques Urbanos se inserta dentro de una tendencia global para intentar aliviar el impacto de la crisis climática.

Shubhendu Sharma, un ingeniero industrial indio, logró instalar en 2009 junto con Miyawaki un pequeño bosque dentro de la fábrica de Toyota en la que trabajaba. Luego fundó la compañía Afforestt, que ayudó a plantar bosques de este tipo en 44 ciudades hasta el momento. Desde entonces la idea se ha hecho popular por su rapidez, su eficacia y su bajo costo.

En Países Bajos se instaló en 2015 el primer microbosque y desde entonces IVN Natureducatiee, la organización que se encargó de dicha intervención, se dedica a promover la cultura climática entre niños y jóvenes. De hecho, ha logrado plantar más lugares de este tipo a lo largo del país.

Del mismo modo, en Francia y Bélgica organizaciones como Boomforest y Urban Forests plantaron más de 80 mil árboles a través de este método.

En el Reino Unido, Earthwatch logró intervenir en 2021 más de tres mil metros cuadrados con casi diez mil árboles.

Educación

En suma, tanto el foro El papel de la sociedad civil en el cambio climático en México como el concurso Climatón UNAM son una muestra más de que la actividad conjunta entre universidades, especialistas, sociedad civil, legisladores y gobiernos es posible garantizar el derecho humano a vivir en un medio ambiente sano.

Ratificaron además que procurar y promover la educación ambiental es la mejor manera de hacer frente a una problemática global.

Como señaló Díaz Acevedo en el foro en San Lázaro, “solo con educación y conciencia se reencaminará el futuro de México hacia un porvenir donde nadie se quede atrás”.

Temperatura media en México por década

1970 -0.3° C

1980 0.4° C

1990 0.2° C

2000 0.6° C

2010 0.2° C

2020 1.6° C

Fuente: CEPAL

Mexicanos y cambio climático

91% cree que el clima está cambiando.

95% está preocupado.

83% cree que le afectará personalmente.

95% apoya el Acuerdo de París.

59% apoya la reducción de combustibles fósiles.

Fuente: Yale University