Nairobi, Kenia, 25 de junio. Miles de manifestantes contra la brutalidad policial y la corrupción gubernamental se enfrentaron a la policía en Nairobi, que lanzó botes de gas lacrimógeno y blandió porras, lo que dejó varios heridos, mientras las manifestaciones se extendían por todo ese país.
Las protestas fueron programadas para conmemorar el primer aniversario de las manifestaciones contra los impuestos en las que 60 personas murieron y otras 20 desaparecieron.
El Parlamento y la oficina del presidente en la capital de Kenia fueron fortificados con alambre de púas, y la policía cortó todas las vías de acceso.
Las protestas, que ahora se han extendido a ciudades importantes como Mombasa, Kisumu, Nakuru y Nyahururu, se han transformado en llamados para que el presidente renuncie debido a lo que los manifestantes dicen es una mala gobernanza.
Durante las protestas del año pasado, los manifestantes irrumpieron en el Parlamento donde se aprobó una legislación para aumentar los impuestos e incendiaron parte del edificio mientras los legisladores huían. Había cuerpos tirados en las calles, y los trabajadores médicos y observadores dijeron que la policía había abierto fuego. Se desplegó al ejército.
La juventud keniana sigue descontenta con el gobierno actual debido a la corrupción, el aumento del costo de vida y la brutalidad policial, y la reciente muerte de un bloguero cuando estaba detenido. El tiroteo a quemarropa de un civil durante las recientes protestas ha agravado la indignación pública.