MÉXICO TRANSITA HACIA UN NUEVO MODELO DE MOVILIDAD

“Necesaria modificación de la planeación urbana”.

Esaú Sánchez
Nacional
MOVILIDAD CDMX

Se priorizan el transporte urbano y público, las necesidades de los grupos vulnerables y el objetivo de reducir en 50% las muertes causadas por siniestros viales.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2022 hubo casi 16 mil muertes por siniestros de tránsito, de las cuales la mayoría correspondió a peatones, motociclistas y ciclistas. Por si fuera poco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada 23 segundos una persona fallece por un percance vial, lo que anualmente sumaría alrededor de un millón 300 mil vidas perdidas.

Sin contar a los millones de personas que sufren traumatismos no mortales y que quedan con alguna discapacidad, la seguridad vial representa un verdadero reto para el desarrollo de las ciudades, así como para el bienestar y la salud de sus habitantes.

A finales de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (Enamov) 2023-2042, un documento que establece las bases para desarrollar a corto, mediano y largo plazo una movilidad sustentable y segura en todo el país.

Grosso modo, la Enamov busca promover servicios de transporte público que sean sostenibles y seguros; reducir las brechas de desigualdad producto de la mala planeación urbana y la falta de sistemas de movilidad; y crear políticas públicas que favorezcan la protección integral de las personas que transitan por el territorio nacional.

En suma: busca crear un nuevo modelo de ciudad donde se atiendan desigualdades socioeconómicas y la emergencia climática.

Todo este trabajo, pensado para rediseñar nuestra movilidad por los próximos 18 años, se realizará en cinco grandes ejes estratégicos: Movilidades articuladas al desarrollo económico y territorial; Servicios de transporte público y de personas; Movilidad activa; Seguridad vial; Género e inclusión.

Naturalmente, el documento invita a una coordinación entre los tres órdenes de gobierno y los sectores social, privado y académico para la óptima implementación de la estrategia y para poder reducir el costo social de las muertes ocasionadas en hechos de tránsito.

Matices

Algunas líneas de acción de la Enamov, aunque buscan atender un problema estructural, parecen estar enfocadas en la prescripción, la regulación y el control de los servicios de transporte. Por ejemplo, pretenden evaluar las concesiones de taxis “para mejorar el servicio público individual” y hasta crear esquemas tarifarios para los transportes públicos.

Muchas de estas acciones nacen de una ausencia confesa de orden y transparencia. En otro de sus ejes proponen crear una guía para planificar el desarrollo urbano de modo que “la movilidad y el transporte sea un elemento estructural del desarrollo de los asentamientos humanos”.

En otras palabras: las ciudades y pueblos no asumen a priori la necesidad de ser transitadas.

Volviendo al tema de la seguridad, la Enamov declara que tiene como objetivo crear “infraestructura segura, vehículos más seguros, gestión de velocidades más seguras, personas usuarias más seguras y protocolos de atención a la emergencia”. Algunas acciones, como la actualización y homologación normativa del diseño y la tecnología que se utiliza para fabricar vehículos, son sólidas y necesarias; otras, como la incorporación “de cascos certificados e indumentaria reflejante para conductores y pasajeros de motociclistas” parecen reiterativas.

Más aún, una de sus acciones propuestas es “impulsar una iniciativa de ley para regular la publicidad exterior a efecto de disminuir los distractores visuales como factor de riesgo”, que además está catalogada como parte de “los protocolos de atención prehospitalaria”.

Tanto la categoría como la Enamov omiten por completo que el mayor distractor de los conductores no son los anuncios del exterior, sino el uso personal de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos, así como el consumo de alimentos, bebidas y sustancias enervantes.

Para Adriana Peña, miembro de la asociación Motociclistas Unidos de la Ciudad de México (MUCDMX), la creciente cantidad de siniestros de tránsito no depende tanto del control o regulación de la movilidad, sino de la falta de cultura vial por parte de conductores, ciclistas y hasta peatones.

“Las nuevas generaciones sufren estos accidentes por falta de cultura y educación: rompen todas las reglas. Son carencias que vienen desde los hogares, aunque afuera se estén haciendo esfuerzos para que quienes no aprendieron cómo conducir, lo hagan correctamente”, puntualiza.

Paradójicamente, en todo el eje de Seguridad vial de la Enamov solo una estrategia involucra la promoción de la cultura vial: “Generar campañas nacionales y locales obligatorias de educación vial y concientización a todas las personas usuarias de la vía, priorizando personas conductoras de vehículos motorizados”.

Una buena forma de promover la seguridad y cultura vial es la implementación de exámenes teóricos y prácticos para la obtención de licencias. En la Ciudad de México dicho mecanismo solo está presente para los motociclistas que buscan tener una licencia tipo A1 o A2.

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Urgencia

Pese a que la Enamov marca la pauta para los próximos 18 años, miembros de la sociedad civil ya urgen a los órganos correspondientes a comenzar a ejecutar las acciones estratégicas.

Alejandra Leal, coordinadora nacional de la Coalición Movilidad Segura, destacó hace un par de semanas que “en el corto y mediano plazo es fundamental que autoridades, sociedad civil y todos los sectores sumen esfuerzos para consolidar la implementación de la Enamov”.

Para Leal, la estrategia representa el producto de la participación ciudadana y de un trabajo de muchos años para avanzar en temas de movilidad y seguridad vial.

Cabe recordar que el derecho a la movilidad segura, accesible, eficiente, sustentable, de calidad, incluyente e igualitaria se aprobó hasta finales de 2020; a lo que se le sumó la publicación en 2022 de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV).

Otras organizaciones civiles también insisten en que una forma de proteger a todos los usuarios de la vía es a través de la mejora en seguridad de los vehículos motorizados. De esta forma, por ejemplo, se democratiza la seguridad vehicular, pues desde hace décadas los autos más vendidos en el país son los que tienen los estándares más bajos.

En 2023 la asociación El Poder del Consumidor (EPC) realizó un estudio para encontrar qué tan seguros eran los vehículos comercializados en el país. De los 169 modelos sometidos al examen, hubo 21 que no contaron con control electrónico de estabilidad, 16 sin cinturones en todas las plazas y 147 que no ofrecían frenado autónomo de emergencia.

Con referencia a la Enamov, Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular de EPC, ha señalado que “existen condiciones legislativas y tecnológicas para asegurar que se fabriquen autos de mayor seguridad, que protejan tanto a ocupantes como a usuarios vulnerables de la vía, por lo que es imperativo dar pasos en la dirección adecuada para reducir muertes”.

En este mismo sentido, José Arévalo, especialista en Derecho Público del Instituto del Sur Urbano, destacó que la Enamov es ya una ruta clara para tener vehículos seguros en el país: “Esto permitirá cerrar la brecha con otras regiones del mundo, donde tienen como prioridad proteger a los usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas”.

Además, resaltó quizás el aspecto más importante detrás de la seguridad vial: que las muertes y siniestros de tránsito son prevenibles. Por ello, “debemos hacer todo lo posible para que cuanto antes implementemos y hagamos realidad la ley, para que nunca más un usuario vulnerable de la vía muera por causas completamente prevenibles”.