A pesar de que, comparativamente, México tiene las tasas oficiales de suicidio más bajas en Latinoamérica y en el mundo, su incidencia es alta y continúa en gradual aumento, señala una investigación elaborada por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado.
La investigación “Alternativas de atención, seguimiento y prevención desde el Poder Legislativo”, revela que, tan solo del año 2000 al 2016, se registraron 83 mil 490 muertes por suicidio en México. De esta manera, entre 2000 al 2015, la incidencia de suicidio creció 84.8%.
La prevalencia del suicidio por sexo corresponde históricamente a los hombres: 68 mil 309 han sucedido en los dieciséis años registrados. Por su parte, 15 mil 225 fueron realizados por mujeres, señala el escrito.
El documento señala que Jalisco (6 mil 539) y Estado de México (6 mil 323) son los dos estados con más muertes totales a causa de suicidio desde el año 2000.
Asimismo, reconoce que, tanto a nivel federal como local, se han implementado programas de intervención coordinada, a través de los cuales se busca romper el estigma que aqueja al suicidio y a sus víctimas.
A pesar de los múltiples esfuerzos, el estudio sostiene que no existe una política pública federal para coordinar a las distintas instituciones e integrar los esfuerzos estatales para la atención del suicidio.