El líder de la Cámara de Diputados abrió este 2 de diciembre un proceso de juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff quien afirmó haber recibido “con indignación” la decisión.
El diputado Eduardo Cunha, un enemigo político de la mandataria, dijo que el proceso se debe a que la mandataria violó leyes de responsabilidad fiscal.
La imagen de Rousseff fue dañada debido al escándalo de corrupción en torno a un esquema de sobornos de la estatal Petrobras, el cual derivó en manifestaciones en las que cientos de miles de brasileños exigen la destitución de la presidenta.
La mandataria, sin embargo, negó que la apertura del proceso de juicio política tuviera algún fundamento legal.
2 tercios o 342 diputados de la cámara, conformada por 513 congresistas, tendrían que aprobar el procedimiento para que este pase al Senado, que podría aprobarlo para tener validez permanente si 54 de los 81 miembros del mismo le dieran luz verde.
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