Aunque se desconoce qué origina el cáncer de mama, se sabe que existen factores de riesgo: edad (40-69 años), antecedentes familiares, uso de hormonas, sobrepeso, obesidad, consumo de alcohol, tabaquismo y vida sedentaria, por ejemplo.
Por ello el diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno permiten salvar a mujeres que están en la etapa productiva de la vida, con tasas de supervivencia de 80 y 90%, resaltan especialistas en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre.
A nivel internacional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se detectan más de un millón 300 mil casos nuevos, lo que representa 16% de los cánceres femeninos.
En México se diagnostican de 18 mil a 20 mil casos nuevos anualmente y casi 70% llega en etapas avanzadas, cuando existe metástasis y daño en otros órganos, principalmente en huesos, pulmones y cerebro.
Cada día, en territorio nacional, 15 mujeres pierden la batalla contra esta enfermedad catastrófica, lo cual deja hogares incompletos.
En el resto de los países de América Latina se estima que 400 mil mujeres fueron diagnosticadas y 92 mil murieron en 2012.
Si la tendencia continúa se prevé que el número de pacientes se incrementará en 46% en 2030, advierte Silvana Luciani, asesora regional en Prevención y Control del Cáncer de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De ahí la importancia de dar continuidad a campañas informativas donde se exhorta a las mujeres de 40 a 69 años a no perder los beneficios de realizarse cada doce a 24 meses una mamografía y ultrasonido de mamas, aunado a la autoexploración mensual. “El reto es proporcionar igualdad de acceso a los servicios de detección y tratamiento de calidad, especialmente en zonas donde los recursos son limitados”, señala.
Diabetes y sedentarismo
Un estudio en el que participaron dos mil mujeres mexicanas descubrió que la práctica de actividad física moderada, es decir, de al menos tres veces a la semana, disminuye el riesgo de padecer este tipo de enfermedad, expone la investigadora Gabriela Torres, directora del Área de Enfermedades Crónicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El beneficio se amplía en las mujeres que tienen diabetes mellitus, ya que las personas con esta alteración metabólica tienen 50% más riesgo de presentar cáncer de mama, en relación con el resto de la población femenina.
Resalta que “en mujeres que tienen diabetes y además llevan una vida sedentaria, las posibilidades de cáncer aumentan hasta cinco veces”.
Entre los factores de protección contra esta enfermedad se encuentran la lactancia materna, la actividad física, la aparición tardía de la primera menstruación, el inicio del embarazo y la menopausia precoz, comenta.
Aunque este mal es responsable de la muerte de cinco mil 700 mexicanas cada año, cuyas edades oscilan entre los 50 y 69 años, ya no es sinónimo de muerte, pues al menos una tercera parte de los casos logran curarse.
Prueba genética
Cuando las pacientes reciben la noticia de que tienen cáncer de mama es importante que conozcan que no todas necesitan el mismo tratamiento, sino que este deberá ser individualizado para incrementar el porcentaje de éxito.
Para ello se cuenta con las pruebas genómicas como Oncotype, que estudian diferentes grupos de genes, su nivel de actividad y la forma en la que esta expresión puede influir en la recurrencia del cáncer y su respuesta al tratamiento, explica CynthiaVillarreal, directora clínica del Centro de Cáncer de Mama del Hospital Zambrano Hellion e investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
“Los médicos necesitamos nuevas herramientas diagnósticas que ayuden a identificar el tumor de cada paciente y evaluar más allá de los marcadores tradicionales como la edad, el tamaño del tumor, si se ha extendido más allá de la mama y si hay presentes hormonas y receptores de HER2 en las células del tumor de la paciente”, añade la especialista.
Cabe destacar que dicha prueba no es invasiva y se realiza en una pequeña muestra de tejido que se haya extraído durante la cirugía original (tumorectomía, mastectomía o biopsia con aguja gruesa). La muestra de tejido se envía directamente a Genomic Health en California, EU, donde esta prueba fue desarrollada hace más de diez años y actualmente más de 500 mil pacientes se han beneficiado de la medicina personalizada o también llamada de precisión.
Cáncer en jóvenes
El cáncer de mama en el país se diagnostica en promedio a los 50 años, lo que representa una década menos respecto de Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa donde el promedio es de 60 años, señala Villarreal Garza en su artículo de investigación Breast cancer in young women in Latin America: an unmet, growing burden.
La especialista menciona que existen diversas hipótesis respecto de las causas que explican la edad temprana de presentación del cáncer, una de estas se relaciona con la distribución de la pirámide poblacional en México.
Otras causas que pueden incidir en la aparición del cáncer de mama son el sobrepeso y la obesidad, fenómenos altamente prevalentes en el país.
Una hipótesis más que explica este fenómeno es la diferencia en estilos de vida y factores de riesgo reproductivos entre poblaciones. También se ha postulado que en México y otros países hispanos existe una mayor proporción de mutaciones que condicionan síndromes heredofamiliares.
Por último, destaca que el manejo terapéutico debe ser personalizado, donde lo primordial sea conocer la firma genética del tumor, lo cual indica su nivel de agresividad y el riesgo de recurrencia.
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