Por: José Luna
Los jefes de Estado y de Gobierno congregados en la décima cumbre del denominado Grupo de los 20 (G-20) celebrada en Antalya, Turquía, en esta ocasión concentraron sus esfuerzos en analizar la situación global luego de los atentados terroristas en París, Francia.
Si bien hubo presentaciones sobre la situación mundial en materia económica, empleo, migración, problemas alimenticios y cambio climático, entre otros, la Declaración Final de la cumbre giró 100% en torno de la crisis de seguridad en el orbe y de manera particular en Europa.
La cumbre del G-20 congregó a los líderes de las principales potencias económicas y países emergentes, como Alemania, Francia, Rusia, Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, China y Australia, además de representantes de organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas y el Banco Mundial. Ellos dialogaron durante dos días y se comprometieron a procurar un ambiente más seguro para la humanidad.
Afrenta
La Declaración Final del G-20 consta de nueve puntos y todos ellos se refieren al tema del combate al terrorismo.
El primero señala: “Condenamos, en los términos más enérgicos posibles, los odiosos atentados terroristas del 13 de noviembre en París y del 10 de octubre en Ankara. Constituyen una afrenta a la humanidad. Remitimos nuestras condolencias a las víctimas de los atentados y a sus familias. Reafirmamos nuestra solidaridad y determinación para la lucha contra el terrorismo dondequiera que ocurra.
En el segundo punto establecen que el G-20 permanecerá unido en la lucha contra el terrorismo, al cual acusan de “poner en peligro los esfuerzos por fortalecer la economía mundial y por garantizar el crecimiento y el desarrollo sostenibles”.
En el tercero indican que los actos terroristas “no pueden justificarse en ninguna circunstancia, independientemente de su motivación, en todas sus formas y manifestaciones, dondequiera y por quienquiera que sean cometidos”.
El cuarto punto refiere que el terrorismo “no puede ser asociado a ninguna religión, nacionalidad, civilización ni grupo étnico”.
Prioridad
El G-20 establece en su quinto punto de la Declaración Final que la lucha contra el terrorismo “es una prioridad de primer orden para todos los países miembros” y reiteran su determinación para trabajar juntos en la prevención y supresión de los actos terroristas mediante una mayor solidaridad y cooperación internacionales, “dentro del pleno reconocimiento del papel central de la ONU, así como a través de la plena aplicación de los convenios internacionales pertinentes y resoluciones del Consejo de Seguridad”.
En el sexto expresan el compromiso de “hacer frente a los canales de financiamiento del terrorismo, en particular mediante una mayor cooperación en el intercambio de información y la congelación de activos de terroristas, la criminalización del financiamiento del terrorismo, así como la implementación de robustos regímenes de sanciones financieras específicas”.
Para el G-20 es importante que las acciones que se lleven a cabo se enfoquen en combatir la radicalización y el reclutamiento; obstaculizar los movimientos terroristas; neutralizar la propaganda terrorista; prevenir el uso, por terroristas, de tecnología, comunicaciones y recursos para incitar a actos terroristas, incluso a través de internet, según lo señalado en el séptimo punto.
En el octavo punto expresan su “preocupación por el intenso y creciente flujo de combatientes terroristas extranjeros y la amenaza que este supone para todos los Estados, incluidos los países de origen, tránsito y destino”. Y por ello se dicen decididos a hacer frente a esa amenaza mediante “la mejora de la cooperación y el desarrollo de medidas pertinentes para prevenir y combatir ese fenómeno, incluyendo el intercambio de información operativa y la gestión de fronteras para detectar los viajes”.
Finalmente señalan que “los continuos y recientes atentados terroristas por todo el mundo han demostrado una vez más la necesidad de incrementar la cooperación y la solidaridad internacionales en la lucha contra el terrorismo”.
Presente en la cumbre del G-20 el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que es necesario dar una “respuesta contundente” a los ataques perpetrados en París y que estos deben ser “dentro del Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos”.
El dirigente de la ONU indicó que “los que actúan en nombre de la religión de esta forma solo dañan su propia religión”.
A su vez el presidente del Consejo Europeo de la Unión Europea, Donald Tusk, llamó al G-20 a hacer más en la lucha contra el terrorismo. Y comentó: “Francia espera hechos. Esta no puede ser una cumbre más”.
Agenda
La cumbre del G-20 dedicó la mayor parte de su atención al tema del terrorismo, pero hubo tiempo para atender otros asuntos.
Así, por ejemplo, el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo, hizo un llamado a trabajar en pos del avance de las negociaciones multilaterales de comercio; de manera concreta pidió a los integrantes del G-20 impulsar el llamado Paquete Bali, que significa la ratificación y aplicación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.
A su vez el presidente de México, Enrique Peña Nieto, afirmó que en la actual coyuntura de bajo crecimiento de la economía global las naciones del G-20 deben renovar esfuerzos para facilitar e incrementar su comercio: “El crecimiento económico sostenido e incluyente que buscamos requiere un comercio internacional más dinámico”.
Asimismo, en la cumbre de Antalya los líderes mundiales hicieron el compromiso de aumentar el Producto Interno Bruto mundial, que actualmente es de apenas 2%, el cual es considerado insuficiente.
