Participan 170 académicos e intelectuales de 20 naciones

Todo empezó con el rabioso grito: Tutti frutti all rootie, tutti frutti all rottie, tutti frutti all rootie, awopbopaloobop alopbamboom. No había tiempo para letras profundas acerca de marginación y denuncia —eso iba por cuenta del blues y el folk. Tampoco hacía falta el virtuosismo de los músicos de jazz. Monk, Coltrane, Armstrong, eran monstruos en un género genial, pero no apto para cualquiera. Corría 1955 cuando Richard Wayne Penniman, de nombre artístico Little Richard, hizo del piano un arma de artillería pesada y cambió el rumbo de la música pop. Creció escuchando a Bing Crosby y a Ella Fitzgerald en su natal Georgia. Procedía de una familia humilde. Conoció el racismo y la segregación de primera mano, al punto que acumuló la rabia suficiente para convertirse en el primer músico en hacer del rock and roll un arma a su favor.

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Esta pandemia, como muchas otras en la historia, llegó sin avisar.

Lanzó más de 30 producciones discográficas a lo largo de su carrera

Ocho artistas mexicanos comparten su obra

El disco estará en plataformas a partir del 15 de mayo

Los materiales han sido distribuidos en mil 100 emisoras de radio

Fue trasladado al hospital Country Club 2000 en Guadalajara

El disco está dedicado a Luis Eduardo Aute y Óscar Chávez

Escribe cartas para agradecer a los artistas y comparte una lista de reproducción

Conocerme más a través de los ojos de otro artista con su propia visión del erotismo.