En México, uno de los principales productores de pescados y mariscos en el mundo, la pesca representa una actividad importante para más de dos millones de personas que viven directa o indirectamente de ella, pero la sobrepesca, el poco valor agregado que tienen los productos del mar y la pesca ilegal le han restado competitividad.
“La situación actual, con base en una visión de manejo centrada en pescar más y no en agregar valor, arriesga la riqueza de los mares y costas mexicanas, junto con el crecimiento económico del sector y el empleo de millones de mexicanos”, indica la directora general del Programa de Océanos de Fondo para la Defensa del Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés), Laura Rodríguez Harker.
No obstante, limitar el volumen de la pesca y establecer cuotas a los pescadores por zona y especie explotada con base en la ciencia traería beneficios al ambiente y elevaría las ganancias de las familias que viven de esta actividad, sugiere el estudio Pesca y economía de océano: Sustentabilidad y rentabilidad a nuestro alcance, elaborado por el EDF.
El estudio, que contó con la participación de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB) e investigadores mexicanos como el doctor Miguel Ángel Cisneros Mata, sugiere una serie de cambios en el manejo del sector y un mayor combate a la pesca ilegal, que tendrían efectos positivos sobre la disponibilidad de los recursos pesqueros y sobre las ganancias que generarían para el país.
Rodríguez Harker explica que el estudio fue realizado en las 28 pesquerías más importantes del país, que concentraron 60% de la producción nacional en 2014.
Destaca que de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) el sector pesquero nacional genera más de 300 mil empleos directos, quienes anualmente contribuyen a producir, en promedio, un millón 750 mil toneladas de pescados y mariscos.
Este nivel de producción nacional nos posiciona internacionalmente en el lugar 16, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), apunta.
Aclara que de las pesquerías analizadas, 80% está sobreexplotado o en su máxima capacidad, lo que resta competitividad al sector respecto del resto del mundo.
Por ello pidió combatir la pesca ilegal y sugirió reformas legales para aplicar el modelo denominado Manejo Basado en Derechos (MBD), el cual ya funciona en 350 puntos en el mundo.
El documento también alerta que de continuar con el modelo actual de explotación, en los próximos 20 años la pesca dejaría de ser una actividad rentable para el país, pues disminuiría su valor 97 por ciento.

Modelo sustentable
El MBD propone un esquema de captura total permisible, es decir, fijar una cuota de la cantidad de pescados y mariscos que pueden extraerse sin afectar su población. De esta manera no se sobreexplota la especie y disminuye la carrera por la pesca al hacerlo de una forma más ordenada.
Con ello también se fortalecen las capacidades empresariales de los pescadores, como planeación estratégica, oportunidad de negociar mejores precios, profesionalismo y control de calidad.
Laura Rodríguez Harper, directora del Programa de Océanos de EDF México, agrega que el país tiene una oportunidad histórica de capitalizar la riqueza que se encuentra en sus mares. “Este estudio demuestra que es posible tener una pesca más eficiente, rentable y sustentable en beneficio de la economía del país y de millones de familias mexicanas. Lo que proponemos es cambiar la estrategia de manejo en el país hacia un modelo con base en ciencia y herramientas económicas para fortalecer a esta actividad de la que dependen más de 300 mil familias en el país, para obtener más pesos y no más peces de nuestros mares”.

Caso de éxito
Entre los casos de éxito más sobresalientes en nuestro país se encuentra el de la curvina golfita, en el Golfo de Santa Clara, que implementó el MBD en 2012. Gracias a la toma de acción conjunta entre autoridades, pescadores, científicos y organizaciones de la sociedad civil, la pesquería cuenta con una nueva estrategia de manejo más sustentable.
Desde su implementación hasta 2014 las capturas han disminuido cerca de 40%, pero las ganancias para el pescador han aumentado 8%, lo que muestra que es posible pescar menos, pero ganar más.
Al respecto Rual Verdugo, pescador de esa zona, aseveró que antes de la adopción del modelo la pesca se hacía de forma desorganizada y excesiva, lo que facilitaba la sobreexplotación y desperdicio del producto, así como una menor rentabilidad para los pescadores. Sin embargo, a partir de la adopción de este sistema de manejo, la pesca se realiza de una forma más ordenada, responsable y con un mayor valor en la producción.
“La pesca excesiva saturó el mercado, redujo el precio y provocó desperdicio de toneladas, pero desde que se cambió el modelo al MBD, las ganancias pasaron de seis a 13 pesos por kilogramo y ahora además del pesado aprovechan la hueva”, señaló el pescador.
En este sentido Rodrigo Gallegos, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), recalcó que los cambios en las leyes para instaurar el nuevo modelo pesquero deben acompañarse por políticas públicas gubernamentales y de la participación de la sociedad civil, además de recordar que en México sólo se aprovecha 35% de sus especies marinas.
