Su triunfo en la elección presidencial abre una nueva era para Estados Unidos y el mundo: anuncia una agenda conservadora y populista que genera zozobra entre aliados, rivales y los mercados internacionales.

“Antagonismos internos y externos, estructurales y coyunturales”.

Una reunión de un grupo de altísimo nivel que involucra a países que reúnen más de la mitad de la población mundial es lo que significa BRICS. Las siglas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica componen el acrónimo de un conglomerado de poderosos mandatarios cuyo objetivo es cambiar el orden mundial. Nacida aparejada al milenio, cuando en 2001 Goldman Sachs “bautizó” a esta organización, los BRICS ha buscado constituirse en un real equilibrio ante la hegemonía de los Estados Unidos y Europa Occidental. Sin embargo, a pesar de una rectoría clara para la causa rusa, no se ha podido presentar como un frente realmente unido; como un conglomerado sólido con una agenda pactada y un programa de acción. Pero con la mera imagen de Putin y Xi Jinping dándose la mano se envía un poderoso mensaje que acrecentará los nervios de muchos.

Cuando necesiten una buena dosis de polémica siempre pueden confiar en Francis Fukuyama. En su más reciente comentario en la revista Foreign Affairs el analista político propone una hipótesis: a pesar de que la democracia ha retrocedido por casi dos décadas, 2024 ha sido un buen año para este sistema político a nivel mundial.

Podrían revertir muchas de las políticas climáticas nacionales que reducen en mayor medida las emisiones de GEI que calientan el planeta

México, Inglaterra, Francia, Canadá, Brasil, China, Japón e Israel

Nashieli Ramírez y Paulina Hernández la integran

En su primer mandato Trump tuvo enfrentamientos con la UE

Podrían mantener su mayoría en la Cámara de Representantes

Economía, migración, educación y defensa entre los más significativos

La democracia hay que cuidarla y exactamente es lo que tenemos que hacer en este momento en que Estados Unidos tendrá un proceso electoral tan importante para nosotros.

Pleno de la Corte no alcanza los ocho votos requeridos para invalidarla