Multitudes acuden a los puntos de distribución de alimentos lanzados desde avionetas

Me ha tomado veinticinco años reconciliarme con su repentina partida. Y es que hay pérdidas que no se superan: apenas se aprenden a llevar. La muerte de Demetrio Llordén fue, para mí, más que la despedida de un maestro. Fue la pérdida de un vínculo que sostenía tanto mi formación como mi afecto. Su partida dejó un hueco que aún hoy intento nombrar, entre la gratitud y la orfandad.

Al expresidente colombiano se le otorgó arresto domiciliario

Felicita a Osmar Olvera por el oro en Singapur.

Con su triunfo le dio a México la tercera medalla de oro en la historia de un Mundial de Natación

Hay que reconocer a las parteras y parteros como agentes comunitarios de salud