Estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y adolescentes jugadores del equipo de tercera división Los Avispones de Iguala fueron asesinados el 26 de septiembre de 2014 con inaudita saña que se ha convertido en parte del paisaje cotidiano.
Su pecado: estar en el lugar equivocado (Iguala, Guerrero), en el momento equivocado (en medio de una disputa entre grupos delincuenciales aliados a autoridades de izquierda, militares y policías).
El caso de los 43 fue un rotundo golpe al gobierno de Enrique Peña Nieto, que conocía a la perfección lo que ocurrió aquella infame noche.
Hoy se sabe que no fueron pocos los militares que participaron en ese asesinato masivo. Tampoco fueron pocos los policías municipales, estatales y federales. De ello, autoridades de los tres órdenes de gobierno sabían y ahora lo sabe la actual administración.
Mientras la verdad se mantenga en el misterio, la intriga y oculta, sobrevivirá el movimiento de los padres de los normalistas con sus exigencias callejeras de justicia. Y tienen razón en exigir justicia.
Además, la sociedad entera exige la verdad, por dolorosa que sea. Los mexicanos somos mayores de edad y merecemos tener toda la información de lo ocurrido hace ocho años, por boca de nuestras autoridades.
Hoy lo mucho que se sabe es por filtraciones. Hay “verdades” manipuladas que van desde la “histórica” hasta la auténtica.
Queda claro que no fue el Estado, sino que fue el gobierno. Es un concepto diferente, ya que el Estado somos todos y el gobierno son nuestros empleados, que deben cumplir con las órdenes de nuestras leyes.
Y no se trata de desprestigiar al Ejército, que ha actuado en el país con pulcritud, lealtad y solidaridad con los mexicanos. Son muy pocos los militares o marinos que actúan al margen de la ley. El resto, la gran mayoría, son motivo de confianza de los mexicanos en sus Fuerzas Armadas.
Cuando se sepa toda la verdad acabarán las manifestaciones violentas con el pretexto de Ayotzinapa.
Salud
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ahora dice que no es necesario que se vacune periódicamente contra el Covid-19. Una pregunta, señor: ¿por qué promueven la vacunación contra la gripe una vez al año? Lo que vemos tras sus declaraciones, que son ley en el país, es el espíritu avaro de la Secretaría de Salud para no invertir en la salud de los mexicanos. ¿Acaso no se dio cuenta de que esa pandemia dejó devastada la economía de millones de mexicanos, independiente de la muerte de casi un millón de seres humanos en el país? Gastar en salud es simplemente una inversión. Hasta el gobierno gana cuando una población es sana: la gente trabaja más, gasta más y paga más impuestos.
Dinero A partir del año próximo General Motors, que en México preside Francisco Garza, a través de su planta en Ramos Arizpe, Coahuila, exportará vehículos eléctricos para convertirse en la quinta productora de esa marca en el mundo. Las otras plantas de la automotriz estadunidense son las de Spring Hill, en Tennessee; Factory Zero, en Detroit-HamTramck; Orion, en Michigan; y CAMI, en Ontario, Canadá. La compañía tendrá un alcance en la producción de vehículos eléctricos en Norteamérica de 20% del total de su fabricación para 2025 y 50% para 2030. Además, en las instalaciones de Coahuila producirán baterías y componentes eléctricos. Una apuesta inicial de mil millones de dólares.
Responsabilidad Social Corporativa Bajo el liderazgo a nivel mundial del mexicano Adolfo Orive, la Tetra Pak llega a sus 60 años en México trabajando bajo su lema Protege lo bueno, lo que resume su compromiso de proteger a los alimentos, a las personas y al planeta. El envase Tetra Classic o “triangulito”, como se le conoce popularmente, fue el encargado de dar a conocer la marca en México y de contener la leche que alimentó a miles de niños en edad escolar por medio del programa de desayunos escolares.